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 Redacción @todocircuitoweb |
Jack Miller fue uno de los involuntarios protagonistas del fin de semana del Gran Premio de Portugal. El piloto del Ducati Lenovo Team cosechó su segundo cero de la temporada en Portimao, y lo hizo además del peor modo posible: sufriendo una caída en la que acabó tirando a otro rival en pista, Joan Mir, cuando ambos batallaban por la tercera plaza del podio en el tramo final de la carrera.
El de Townsville se mostró profundamente arrepentido por su maniobra a los pocos segundos de la caída; Miller se disculpó efusivamente con el piloto de Suzuki cuando ambos tuvieron la oportunidad de compartir unas palabras en el vial, y cuando regresó al pitlane lo primero que hizo fue acercarse al box del equipo de Hamamatsu para presentar sus disculpas a todo el staff técnico de Joan por haberles arruinado la carrera de esa manera.
En su charla con la prensa, Miller lamentó lo ocurrido y aseguró que en ningún momento pensó que estaba superando el límite en la frenada de la curva uno: "Son cosas que pasan. Yo me sentía bien, la carrera iba bien. Había estado conservando neumáticos durante 16 vueltas. Empecé a acercarme a los pilotos que estaban delante, y cuando vi que Zarco pasaba a Mir dije 'Vale, tengo que empezar a preparar aquí mi adelantamiento'".
Miller estudió detenidamente a Joan Mir durante tres vueltas para entender dónde podía pasar al español. La agilidad de la Suzuki en la mayor parte del trazado de Portimao imposibilitaba a Miller meterle su Ducati en la mayoría de frenadas, por eso optó por aprovechar la potencia de su GP22 para pasarle en recta y ganarle la posición en la siempre complicada frenada de la curva uno de Portimao, donde los pilotos deben detener sus motos en una rampa en bajada.
"Estuve tres vueltas intentando acercarme a él lo suficiente en la curva 1, y cuando le fui a pasar, ya estaba muy por dentro y no sé si me pilló uno de los parches de agua que había ahí", recuerda Miller, convencido de que habría podido mantenerse sobre la moto de no haber pasado por esa zona húmeda. "Apuré mucho, Joan también, él soltó los frenos, yo los solté también... y yo estaba en una zona de mierda de la pista tratando de parar la moto, y entonces bloqueé la rueda delantera", explicó el piloto oficial de Ducati.
A devastating end to two strong rides 🥺@jackmilleraus and @JoanMirOfficial's Sunday ended in the Turn 1 gravel trap 💥#PortugueseGP 🇵🇹 pic.twitter.com/sc6qnM4FwM
— MotoGP™🏁 (@MotoGP) April 24, 2022
Para Miller, cuyo futuro en el equipo de fábrica de Borgo Panigale pende de un hilo, "caerte en una carrera en las últimas vueltas y cuando vas en una buena posición siempre es una mierda, y luego encima si tiras a rival lo hace todavía peor", asegurando que después de la carrera se sentía como un "apestado" por lo que había hecho.
En cualquier caso, Jack quiere olvidar este suceso lo antes posible y enfocar la próxima carrera de Jerez aspirando a todo, sobre todo después de las buenas sensaciones que ha tenido con su Ducati en Portugal: "Es lo que es, así que intento quedarme con lo positivo. Iba en una buena posición, he hecho un fin de semana sólido y el ritmo estuvo ahí hasta el final de la carrera, así que no puedo decir mucho más".
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Por último, a Miller le preguntaron por la noticia publicada este pasado fin de semana por Autosport.com en relación al supuesto interés que tiene el LCR Honda Team por contar con sus servicios en 2023, una posibilidad que el piloto de 27 años parece descartar por completo: "No hay nada de cierto en ese rumor. No sé de dónde ha salido. Me sorprendió cuando lo vi en Facebook. Hay cero verdad en ese rumor", sentencia Miller sobre los rumores que le vinculan al equipo de Lucio Cecchinello el próximo curso. "No ha habido ninguna conversación con el LCR, todavía no he hablado con nadie. Ahora mismo estamos en plena 'silly season'. Nos llevará un tiempo y tengo que ver mis opciones. Está claro que conozco la Ducati, llevó aquí un tiempo y sé cómo funcionan aquí las cosas. Tengo un buen hogar en Ducati. Les costará un poco persuadirme para irme a otro sitio."
