 Por John Fernández @fernanduzo |
Dar el salto a MotoGP nunca es fácil... Y menos si vienes de una categoría pequeña como Moto3. Darryn Binder lo hará, siguiendo la estela de Jack Miller, y formará parte esta próxima temporada 2022 del WITHU Yamaha RNF. Y es que Binder lleva ya siete años en Moto3, y ahora saltará directamente a la categoría reina sin pasar por Moto2, que sería lo habitual en el caso de la mayoría de pilotos. En la parrilla de MotoGP sólo hay uno que ha cumplido esta proeza y sigue en pie en el Mundial: Jack Miller.
La experiencia del sudafricano es ya bastante dilatada en el Mundial. Desde que llegó en 2015 desde la Red Bull Rookies Cup, Binder no brilló demasiado en su estreno en Moto3 con Mahindra. No fue capaz de conseguir ni un solo punto. Desde entonces ha ido intercalando rachas de buenos puntos en la parte media-alta de la tabla con épocas de sequía. Su mejor puesto ha sido una primera posición en el GP de Cataluña en 2020.
Ha llegado a ser favorito por el título con el Petronas Sprinta Rac, pero poco duró la expectativa tras el podio de Qatar este año. Sin embargo, en Yamaha se han fijado en él para subir a MotoGP y será titular del asiento de la YZR M1 del equipo WITHU Yamaha RNF. Subió a la moto por primera vez en los test de Jerez de noviembre, sin esperar grandes resultados, el objetivo fue adaptarse a la moto más que nada y empezar a rodar con ella. Hablamos de que ha pasado de los 65 cv de una Moto3 a los 300 cv de la Yamaha YZR M1.
Lejos de sentir presión, el hermano pequeño de los Binder dice que se sintió cómodo en Jerez: "El equipo me ayudó mucho en Jerez. Todo el mundo estaba muy relajado. Lo vimos como una primera prueba en la que sólo debía montar la moto. Hay una prueba de ensayo en Malasia para los novatos y, en cuanto empiece la prueba real de Malasia, podremos empezar a trabajar como es debido. Hasta entonces, es cuestión de ir poco a poco, aprendiendo todo lo que pueda sobre todo lo que necesito saber para conducir esta moto. Entonces empezaré a ponerlo todo en orden".
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Para adaptarse a ese vertiginoso cambio, Binder rodará con una superbike R1 durante todo el invierno para acostumbrarse a una moto mucho más pesada como es la MotoGP, y estar preparado de cara a los test de Malasia: "Físicamente necesito trabajar en mi fuerza después de no pasar mucho tiempo en el gimnasio en Moto3 debido al peso. No quería ser demasiado pesado. Quiero mejorar mi fuerza y siento que eso me ayudará mucho. Entonces quiero dar muchas vueltas con una moto más pesada y tratar de ser consistente. En la prueba a menudo sentía que hacía algunas cosas muy bien, pero encadenarlas era difícil".
