 Por John Fernández @fernanduzo |
Las expectativas de Aprilia en MotoGP no son del todo malas de cara a la próxima temporada, al contrario. El fichaje de Maverick Viñales tras sus suspicacias y problemas con Yamaha y su buen ritmo con la RS-GP sorprendió para bien a los mandamases de la fábrica de Noale, que, por otra parte, se ha garantizado su presencia en MotoGP hasta 2026.
Más allá de ello, lo cierto es que tras siete temporadas desde su regreso a la categoría reina, Aprilia tiene aún mucho recorrido por delante para llegar a lo más alto, y es algo que desde la dirección de Aprilia reconocen. Este pasado año fue un reto, siendo uno de los dos fabricantes a los que se le permitió construir una moto nueva por el parón de desarrollo del COVID.
Así las cosas, el piloto más veterano de Aprilia, que lleva con ellos desde 2017, Aleix Espargaró, ha logrado buenos resultados esta temporada, incluso con un podio en el GP de Gran Bretaña y bastantes posiciones en la parte media de la tabla. El resultado final fue 8º en la general de pilotos. Precisamente él no ha sido el problema, sino al otro lado del box, Lorenzo Salvadori, que a mitad de temporada pasó a ser piloto de pruebas para 2022 y cedió el asiento a Viñales. Con dos españoles muy ambiciosos, el proyecto de Aprilia en la categoría reina no es tan malo como en un principio podía parecer al inicio de la pasada temporada.
En palabras del CEO de Aprilia Racing, Massimo Rivola, "ha sido una buena temporada en comparación con el pasado, eso seguro", explicó al término del año. Dice que ahora el objetivo de la marca italiana es "luchar por 2022", y espera "mantener la progresión de Aprilia como en 2019, 2020 y 2021", ahora como "equipo de fábrica en el campeonato" y con la idea de "reducir distancias con los de delante".
Hace no mucho, el propio Rivola no quiso presionar a Viñales, pero dejó caer que, de cara a un futuro, el objetivo podría ser luchar incluso por el título. Al menos no será este 2022 porque todavía "Aprilia está detrás, así que hay un largo camino por recorrer". Y es que ha sido un año duro, en el que por primera vez, no han contado con la dirección de Fausto Gresini, que hizo lo propio desde 2015 y hasta que murió en febrero.
Sin obviar el gran problema que supuso el posible fichaje de Iannone, que acabó siendo vetado cuatro años por dopaje. La única opción viable pasaba por Salvadori, y al final, Viñales. Con su llegada las luces y sombras pasan a ser más luces, "convencido" de que "sacará todo lo mejor" del piloto de Roses la próxima temporada.
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Rivola se derrite en halagos hacia Viñales: "El enfoque que teníamos con Maverick era hacer las carreras como una prueba, para probar diferentes piezas y configuraciones de puesta a punto para entender lo que es mejor para él. Esto significó, sin duda, sacrificar los resultados de la carrera en sí, y un poco su confianza, que ha sido un poco más difícil de construir. Pero estoy seguro de que tenemos en Maverick un súper talento y estoy convencido de que encontraremos la manera de adaptar nuestros recursos a su talento".
