 Redacción @todocircuitoweb |
Lin Jarvis está a punto de cerrar el mejor año de Yamaha desde que Jorge Lorenzo conquistó el último título de pilotos para los de Iwata en 2015. El excelente curso que ha completado Fabio Quartararo en su tercera temporada al manillar de la YZR-M1 -la primera en el seno del equipo oficial- ha permitido a la fábrica japonesa recuperar un título que se les venía escapando desde hace ya seis temporadas, y a pesar de la alegría que se respira hoy en el box de Yamaha, tanto Jarvis como los directivos de la marca son conscientes de que este año sólo han tenido a un piloto competitivo en el campeonato.
El mal año de Valentino Rossi en su despedida de MotoGP, la lesión de Franco Morbidelli a mitad de temporada tras arrancar el curso 2021 con una M1 de hace dos años y el amargo divorcio que se produjo entre Yamaha y Maverick Viñales el pasado mes de agosto han empañado ligeramente el gran año de la marca de Iwata en MotoGP.
El director de Yamaha Racing sabe que el 2022 no será un año fácil para su marca si quieren defender el título conseguido por Quartararo ante la armada ducatista, las dos Suzuki oficiales y frente a un Marc Márquez que debería empezar el próximo curso ya recuperado por completo de sus problemas en el brazo derecho.
Lo que ocurra durante el próximo mes en el cuartel general de Yamaha Racing en Iwata (Japón) será determinante para la marca de los diapasones, que necesita con urgencia un motor sensiblemente más potente que permita a sus pilotos defenderse del resto de prototipos en las rectas de los circuitos. "Tengo que decir que 'sí', creo que hay que ser optimistas siempre, pero también realistas", responde Jarvis en MCN a la pregunta de si optimista o no respecto al desarrollo de la M1 2022.
"Creo que tenemos un paquete muy bueno y equilibrado, con muchas cualidades positivas en nuestra moto que se han podido ver con Fabio, sobre todo por la confianza que ha tenido en ella. Es increíble frenando, tiene un feeling enorme con el tren delantero", destaca el directivo británico.
Si bien la Yamaha es una excelente frenadora y una de las motos con mayor paso por curva de la parrilla, Jarvis le pide a sus ingenieros en Japón un motor más potente para defender con ciertas garantías el título de campeones del mundo en 2022: "Lo que echamos de menos son los caballos, no sólo este año, es algo que llevamos echando en falta durante muchos años. Es el punto que debemos solucionar. Soy optimista, pero tenemos que estar a la altura".
Hablando también del futuro de sus pilotos, el mandamás de Yamaha Racing está feliz por haber cerrado un acuerdo con Franco Morbidelli durante los dos próximos años, aunque sabe que al otro lado del box hay muchas fábricas llamando a la puerta de Fabio Quartararo: "Ya hemos hecho un movimiento, porque Frankie tiene contrato hasta finales de 2023. Con Fabio, como es lógico, estamos super contentos de verle crecer en Yamaha y por los resultados que ha cosechado hasta ahora. Es joven y tiene un muy buen futuro. Claramente, nuestra intención es mantener a Fabio para 2023 y 2024. ¿Si hemos empezado a hablar con él de los detalles? No. ¿Lo haremos pronto? Sí".
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Jarvis es consciente de que la continuidad de Quartararo con Yamaha no está garantizada más allá del 31 de diciembre de 2022, aunque confía en que la moto que llevará el francés el próximo curso será suficiente para convencerle de que puede seguir conquistando más títulos junto a Yamaha: "Creo que en esta vida no es nada útil vivir con miedo. Creo que debes ser realista. Hay que fijarse también en las cosas positivas, creo que nuestra moto se adapta muy bien al estilo de Fabio. Él está muy bien con toda la gente de Yamaha, así que quiero ser positivo. Pero es evidente que necesitamos darle las herramientas necesarias para seguir ganando. Aquí hay seis fábricas compitiendo, y posiblemente tres de ellas son realmente muy competitivas", concluye el británico.
