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Fabio Quartararo jamás olvidará la temporada 2021 del Mundial de Motociclismo, la primera en la que el piloto del Monster Energy Yamaha MotoGP Team conquistó un título mundial de pilotos, algo que jamás había conseguido en su paso por Moto3 y Moto2. El francés cerrará en Valencia un curso prácticamente impecable marcado por la regularidad y la constancia que le faltaron en 2019 y 2020, sumando un total de 10 podios -cinco de ellos con victoria- en 17 carreras que fueron clave para sentenciar la corona en la cita de la Emilia Romagna.
El 2021 ha sido un año plagado de buenos recuerdos para el 'Diablo', pero también ha sido un curso en el que Fabio ha tenido que afrontar momentos difíciles y sobreponerse a varios imprevistos que, afortunadamente, no le hicieron perder la concentración en su pugna por el título mundial. El primer golpe que recibió Quartararo llegó en la cuarta carrera, en Jerez, cuando perdió 13 posiciones a causa de un inesperado dolor de síndrome compartimental que le impidió pilotar su Yamaha cuando lideraba la prueba con un amplio colchón de puntos.
En una entrevista ofrecida a DAZN tras proclamarse campeón, Fabio recordó lo complicado que fue asimilar ese contratiempo: "Jerez muy difícil, porque había logrado mis dos primeras victorias con una semana de diferencia, llegué allí, al circuito donde mejor me encuentro, y antes de llegar a mitad de carrera ya me dije 'no la hago', tenía que sobrevivir para lograr el mejor resultado", cuenta el francés.
Tras pasar por quirófano, Fabio recuperó rápidamente la fuerza en su antebrazo, logró un podio en Le Mans y viajó a Italia para ganar en Mugello. Unos días después llegó el turno de Catalunya, una ronda que ya empezó mal desde el miércoles: "Esta carrera me hace reír, porque nos pasaron muchísimas cosas ese fin de semana. Me rompieron el coche y me robaron, tuvimos un accidente, nos paró la policía... aquel fin de semana fue un desastre desde el miércoles".
Además de estos problemas fuera de la pista, Fabio tuvo que lidiar en carrera con la inesperada apertura de su mono y la consecuente sanción que le privó del podio: "En realidad no me quité la protección del pecho, quería cerrarme el mono y se me salió. Alpinestars introdujo una modificación y ahora ve muy bien para que no pase otra vez. Pasó esto y nos hizo perder puntos. Pero son cosas que pasan y van bien para el futuro", afirma el dorsal #20.
Repasando los momentos más duros del año, Quartararo también se paró en Silverstone y en la salida por orejas que a punto estuvo de provocarle una grave lesión en el tobillo, saldándose finalmente con un esguince que no le impidió ganar el domingo. También se cruzaron en el camino muchas avispas este año: "Es un clásico, sí. Me pasó en Mugello, en Sachsenring, en Aragón en el cuello... ya son mis amigas. Por suerte no tengo alergia, si no ya estaría muerto", cuenta el de Yamaha entre risas.
A la pregunta de si mantendrá su dorsal en 2022 o bien lucirá el número 1, Quartararo lo tiene muy claro: "El número 20 es un número muy especial y no quiero cambiarlo. Un mecánico me dijo 'tendremos que poner un número uno pequeñito', y le he dicho que no, no quiero el número uno. De hecho no me gusta llamar a mis motos la una o la dos. Aunque sí le pondré una estrellita a la moto".
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Por último, una reflexión sobre el apodo de 'anti-Márquez' que recibió en su primer año en el Mundial de Moto3, en 2015, cuando llegó al paddock mundialista tras ser bicampeón del FIM CEV Repsol: "De pequeño, cuando me comparaban con Marc, era una motivación. Es alguien que ganó en su primer año en MotoGP, soy fan suyo. Que me comparen con él fue mucha motivación y presión. Ahora no soy para nada el anti-Márquez, soy un piloto que quiere ganar. Donde más he aprendido es en mis luchas con él, cuando tienes en la pizarra Márquez +0 durante 20 vueltas, es algo que realmente te agota la presión. Me emociono al recordarlo, en mi primer año tuve dos veces ese feeling de tener a Marc pegado cada vuelta, en Tailandia, San Marino... luchas con alguien que era 8 veces campeón del mundo en ese momento, es muy especial", asegura el ya proclamado campeón del mundo de MotoGP.