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Los hermanos Márquez siempre han sido unos amantes confesos de los motores de dos tiempos. Ambos dieron sus primeros pasos en el mundo de las dos ruedas sobre máquinas propulsadas por este tipo de motores, e incluso el #93 puede presumir de haber sido uno de los últimos campeones del mundo en la cilindrada de 125 cc tras conquistar la corona del octavo de litro en 2010 al manillar de una Derbi.
Aunque la mayoría de las motos que forman la flota personal de Marc y Álex Márquez emplean motores de cuatro tiempos, en su colección privada encontramos algunas joyas muy difíciles de encontrar en el mercado de segunda mano como la CR 500 que Marc le regaló a su hermano pequeño por su cumpleaños en el año 2018, una auténtica bestia del motocross con motor de 2 tiempos y cerca de 60 cv que se hizo famosa en la década de los 80 por su desmesurada potencia.
El ocho veces campeón del mundo también disfruta de otra joya de dos tiempos en su garaje particular. Se trata de la hermana pequeña de la CR 500 de Álex, la CR 250 R, uno de los modelos de motocross de mayor éxito jamás fabricados por la marca del ala dorada que estuvo en producción desde 1973 hasta el año 2007, evolucionando de forma constante para mantenerse siempre entre las mejores motos de MX del cuarto de litro.
Marc posee una de las últimas unidades fabricadas por Honda de su CR 250 R de dos tiempos, cuyo motor declara 48 cv de potencia, y lejos de dejarla en su nave de Cervera cogiendo polvo, el piloto del Repsol Honda Team se la llevó este pasado fin de semana al circuito de MX y dirt-track de Alcarrás para disfrutar de ella y de ese particular aroma a aceite quemado que tanto encandila a los amantes de estos rabiosos motores de dos tiempos.
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El propio Marc Márquez compartía un vídeo de su entrenamiento de dirt-track con su Honda CR 250 R: