Mariàn Pérez Villa @todocircuitoweb |
A mediados y finales de la década de los 80, el mercado de réplicas de motos de carreras estaba en auge en Japón. Los jóvenes apasionados de las dos ruedas hacían cola para gastarse sus ahorros en motos como la NSR 250R-SP MC 18 R6K, que vio la luz en 1989 para rivalizar con la TZR250 de Yamaha o la RGV250 de Suzuki.
Por fin, los componentes y la tecnología puestos a disposición de una moto de competición, se incluían en los modelos fabricados de serie. Modelos del "cuarto de litro" que evolucionaban a un ritmo vertiginoso y se mejoraban cada dos años.
Pocas veces tenemos la opción de poder adquirir motos míticas de segunda mano en tan buen estado, como es el caso de la Honda NSR 250R-SP MC 18 de este artículo. Su motor V-Twin refrigerado por líquido de 249 cc generaba 44 CV. La MC18 fue un paso adelante en el diseño de motos de esta cilindrada, muy refinada desde las ruedas hasta el sistema de encendido y escape.
Vestida de serie con los colores del equipo Ajinomoto Terra Racing de la época (blanco, plateado y verde), el modelo R6K de la NSR 250R fue el primer SP. Lucía las mismas ruedas de magnesio Magtek doradas que la MC 18 de "Rothmans" pero con llantas más anchas y suspensión delantera y trasera ajustable.
Fue el primer modelo en ofrecer un amortiguador trasero ajustable en múltiples direcciones y embargue en seco inspirado en las motos de competición de finales de los 90.
En Seattle, ciudad del estado de Washington, hay en venta un modelo con apenas 2.170 kilómetros. A pesar de tener 32 años y un uso limitado, el estado de esta moto de circuito matriculable, es inmejorable. El dueño de la icónica réplica de carreras de Gran Premio de 250 cc ofrece repuestos tales como pistones, retenes, juntas, juntas de culata y tapones OEM, además de tener nuevos los enchufes y la batería.
La gestión del propulsor se realiza mediante un sistema denominado PGM-II, que permitía modificar la curva de encendido o posición de las válvulas de escape en función de parámetros como pueden ser la posición del acelerador, revoluciones del motor o la marcha insertada.
La Honda NSR250 tuvo un éxito increíble, pero del modelo R6K se produjeron muy pocas unidades, lo que la hace extremadamente rara y un objeto de colección muy exclusivo. El carenado de esta moto en concreto está intacto y el paso del tiempo no han dejado huella en la pintura, que ha escapado milagrosamente de la corrosión.
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Y la pregunta del millón: ¿cuánto cuesta el juguetito? Pues está a la venta por 12.500 dólares (10.700 euros) y dado su buen estado, pensamos que pronto ocupará un lugar muy especial en un nuevo garage.