Foto: Motogp.com
 Por Alfonso Somoza @sukosomoza |
Arrancó penúltimo y cruzó la línea de meta el último. El Gran Premio de Alemania 2021 ha sido la gota que ha colmado el vaso de la paciencia de Maverick Viñales, un piloto que confiaba en darle un giro a sus malos resultados con la incorporación de Silvano Galbusera dentro de su box.
Ni la llegada del experimentado técnico italiano ni la velocidad que Fabio Quartararo sigue exhibiendo este año con una moto idéntica a la Maverick le han valido al catalán para cambiar su dinámica de resultados y acercarse a las posiciones de podio.
El fin de semana de Sachsenring ha sido el colofón a los problemas de tracción que Viñales sigue sufriendo en su moto, una falta de agarre durante la fase de aceleración que persigue al #12 de Yamaha desde hace ya algo más de tres años y que aparece y desaparece de forma intermitente durante cada gran premio, agravándose especialmente el día de la carrera.
En Alemania, Maverick fue incapaz de avanzar posiciones a lo largo de las 30 vueltas de la carrera. El español pasó 22º por línea de meta en la segunda vuelta, y aunque en el ecuador de la carrera logró pasar a Franco Morbidelli, el italo-brasileño de Petronas le devolvió el adelantamiento a falta de seis vueltas para el final, condenando a Viñales a la última posición, algo que jamás le había sucedido en los siete años que lleva compitiendo en MotoGP.
"No sé qué ha pasado", decía un Viñales seco y muy serio al micrófono de DAZN tras acabar la carrera. "Realmente hay un problema grande en mi parte del box. Ya veremos si se arregla o no. Un desastre, un desastre", resumía el de Roses.
El piloto español afirma saber perfectamente cuál es el problema que le impide ahora mismo igualar el rendimiento de Fabio Quartararo, pero pone en duda la capacidad de Yamaha para solventarlo: "¿La responsabilidad de esto? No lo sé, ya veremos. Yo cuando estaba detrás de los demás sé perfectamente el nivel que hay. Ya veremos qué pasa, no lo tengo muy claro. A Yamaha cada día le digo lo mismo, el problema que hay en la moto, se lo repito cada día igual durante tres años seguidos. Esperemos que se resuelva pronto".
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De hecho, Maverick reconoció sentir "vergüenza" por rodar en la última posición, y no oculta que llegó a plantearse incluso la posibilidad de tomar el camino de boxes antes del banderazo a cuadros: "No he entrado al box de milagro, porque la verdad es que era una vergüenza", aseveró el piloto del Monster Energy Yamaha Team.
Viñales se marcha de Sachsenring sexto en la general de MotoGP con 75 puntos. La diferencia con el líder del campeonato, su compañero Fabio Quartararo, se ha incrementado hasta los 56 puntos. El piloto catalán no visita el podio desde la cita inaugural de Qatar, donde logró su primera y única victoria del año.
