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Cada marca y fabricante tiene uno o dos modelos icónicos con los que sueñan todos sus fans. Ducati, por ejemplo, tiene a la 916 como su superbike más deseada incluso ahora que han pasado casi 30 años desde su lanzamiento. Las pocas Kawasaki ZXR750 que se conservan a día de hoy en buen estado valen el doble o incluso el triple que hace sólo unos años en el mercado de segunda mano, e incluso deportivas lanzadas casi en la frontera del año 2000 como las primeras Yamaha YZF-R1 están empezando a cotizarse cada día más.
En el caso de Honda, la NR 750 es, posiblemente, una de esas motos que jamás serán olvidadas y que hoy, cuando falta un año para cumplir 30 primaveras desde su lanzamiento en 1992, sólo está al alcance de gente con bolsillos muy holgados y coleccionistas dispuestos a invertir en ella grandes cantidades de dinero.
Este mito de dos ruedas deriva de la NR750 de competición con la que Malcolm Campbell, Gilbert Roy y Ken Nemoto compitieron en las 24 Horas de Le Mans de 1987, una superbike fabricada a partir de la NR500 del mundial de motociclismo, la primera motocicleta de la historia que montó pistones ovalados siguiendo la construcción de los motores de los aviones de la Segunda Guerra Mundial.
Esta solución permitió a los ingenieros de Honda poner en pista un motor V8 que igualaba las prestaciones de los motores 2T de 500 cc. Cada cilindro tenía ocho válvulas, cuatro de admisión y cuatro de escape, lo que le daba al V4 un total de 32 válvulas, y gracias al uso de estos pistones de forma ovalada, cada cilindro podía acoger hasta ocho válvulas y aumentar sus detonaciones internas.
En 1992, Honda trasladó toda la experiencia adquirida en su NR 500 y NR 750 de competición a la calle, lanzando una edición limitada de la NR 750 de producción de la que sólo se fabricaron un total de 322 unidades, todas de color rojo y equipadas con una parte ciclo y unos materiales difíciles de ver en aquel momento: carenado de plástico ABS y fibra de carbono, instrumentación digital -la cúpula era tintada para ofrecer sombra y facilitar su lectura-, basculante monobrazo, mucho magnesio y titanio, un motor que giraba más allá de las 15.000 rpm. para entregar 125 cv... en definitiva, una joya de la automoción que salió a la venta por 42.000 euros, es decir, multiplicaba por cuatro el precio de las superbikes de calle del momento.
Hoy en día es muy difícil conseguir una unidad de la NR 750 en el mercado de segunda mano, tanto por disponibilidad como por precio. Las pocas unidades que salen a la venta lo hacen a precios superiores a los 60.000 euros, y además 'vuelan' a las pocas horas o días de salir el anuncio.
Durante este arranque de 2021 nos ha llamado la atención la aparición de un anuncio de una NR 750 que su dueño compró en 1992. Se trata de la segunda unidad que llegó a Francia, y ahora está disponible para su compra con sólo 8.000 kilómetros en su marcador y en estado de estricta serie a excepción de un llamativo detalle: su propietario decidió pintarla por completo de negro para darle un toque diferente y elegante.
La moto se encuentra a la venta en el portal Classic-Motorbikes.com, y está ubicada en París. ¿Su precio? Se desconoce, aunque si estás interesado puedes enviar una petición a través del formulario del anuncio.
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