 Mariàn Pérez Villa @todocircuitoweb |
La parrilla de la clase reina de MotoGP se perfila con nuevas incorporaciones procedentes de Moto2. La próxima temporada rivalizarán frente a pilotos muy consolidados en dicha disciplina y seremos testigos de su evolución: Enea Bastianini y Luca Marini pilotarán para el Esponsorama Racing y el madrileño Jorge Martín, se estrenará en el Pramac Racing.
Si la situación con la pandemia que asola el planeta hace meses lo permite, en febrero dará comienzo en Sepang (Malasia) el primer test oficial, una actividad que no será retomada por pilotos como Andrea Dovizioso, Tito Rabat o Cal Crutchlow.
Speedweek.com ha revelado que el británico Cal Crutchlow echará de menos las carreras. El de Coventry será el encargado de pilotar la YZR M1 tanto en los test shakedown de Sepang (14-16 febrero) como en las pruebas oficiales IRTA (Qatar del 10 al 12 de marzo).
El ya piloto de pruebas de Yamaha aprovechará este y otros test privados para adaptarse a la M1 y ayudar a los ingenieros en el desarrollo de la misma. Cabe la posibilidad de ver de nuevo a Crutchlow en pista como piloto invitado en alguna prueba del Mundial de MotoGP, o quién sabe si alguna lesión en el equipo oficial le haga permanecer más tiempo bajo presión, como le ha pasado a Bradl este año: se incorporó como sustituto de Marc Márquez en la tercera cita del campeonato (Brno) y finalmente ha disputado once carreras.
Cuando al expiloto del LCR Honda se le pregunta qué echará de menos, no tarda en contestar: "Voy a extrañar las carreras. Y definitivamente voy a echar de menos a mis amigos". Tras una breve pausa, prosiguió: "He corrido durante tanto tiempo que voy a extrañar este espíritu competitivo, pero lo usaré en otro lugar".
Crutchlow comenzó su andadura en MotoGP hace diez años y su peculiar manera de ser le ha hecho ganarse el respeto de muchos pilotos, como Jack Miller y Sam Lowes, a los que está muy unido: "Jack y Sammy son muy amigos. Les echaré mucho de menos, como también a todo mi equipo. He tenido tres grandes equipos a lo largo de este tiempo. Cuando todo el equipo Tech 3 vino a mí en la parrilla del Gran Premio de Portimao, fue un momento hermoso. Y por supuesto los años que he trabajado con Beefy (su jefe de mecánicos). Seguiré siendo amigo de todos". Tres temporadas con Yamaha, una con Ducati y seis en Honda han generado mucho afecto.
A Cal le apena separarse de sus amigos, pero también le ilusiona tener más tiempo para otras cosas, como ratifica en la entrevista de Speddweek.com: "Hay otras cosas que no echaré de menos y por eso tomé mi decisión: viajar, la política de las carreras...he estado lidiando con él durante mucho tiempo y lo he gestionado como he podido, pero no se puede gestionar lo que está pasando entre los fabricantes, qué reglas hay y todas esas cosas. No me perderé esta parte. Tal vez no me gusta seguir las reglas", exclamó con una sonrisa.
Esta respuesta dio pie al medio alemán para preguntarle si cree que el Campeonato del Mundo de MotoGP sigue siendo un deporte o quizá se ha convertido en un asunto de negocios. El controvertido piloto contestó sin pelos en la lengua, como viene siendo habitual en él: "Creo que el espíritu competitivo en moto sigue siendo deporte. Las carreras siguen siendo un deporte, pero por supuesto también hay un negocio. Lo hacemos y sabemos que es un negocio. Básicamente, los promotores también son un negocio, estamos en la industria del entretenimiento. Se trata de si quieres formar parte o no. Y no creo que quisiera seguir haciendo eso más. Fue una de las razones por las que decidí cambiar el rumbo".
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El inglés es popular por hablar claro y ser autocrítico, y opina que sus excompañeros de parrilla están haciendo un buen trabajo: "Pero son diferentes a mí, no hay mucho más que decir sobre eso. Jack (Miller) es el más parecido a mí, así que deberías asistir a todas sus ruedas de prensa de la próxima temporada", añadió como consejo para 2021 a la vez que guiñaba un ojo.
