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Kevin Schwantz ha vivido un 2020 de lo más especial. Después de 20 años sin festejar un título de la marca a la que fue fiel en el Mundial de 500 durante 10 temporadas, Joan Mir conquistó en Valencia una nueva corona de pilotos para Suzuki, un hito que 'El Pajarito' ya había logrado 27 años antes con su mítica RGV500 pintada con los colores de Lucky Strike.
Para el piloto natural de Texas, el team manager del Team Suzuki ECSTAR, Davide Brivio, ha sabido construir un equipo sólido y joven, confiando en dos pilotos sin experiencia previa en MotoGP que finalmente le han dado el mejor resultado posible, algo que no parecía fácil después de que Maverick Viñales optara por el proyecto de Yamaha a finales de 2016: "Fue bastante sorprendente que Maverick se fuera, aunque en aquella época Suzuki todavía no era muy prometedora, pero necesitas tener talentos jóvenes alrededor, y es exactamente lo que hizo Brivio", afirma Schwantz en una entrevista para el canal de televisión israelí Sport5 dirigida por Tammy Gorali.
En opinión del expiloto de 56 años, "fichar a Rins y Mir fue un riesgo, pero al final se han convertido en dos pilotos jóvenes y fuertes. Joan Mir es el más joven, pero ha demostrado madurez y consistencia este año", añade el norteamericano, que suele intercambiar mensajes por teléfono con los dos pilotos españoles: "Le mandé a él y a Rins varios mensajes, lo hago siempre que puedo. Para mí es bueno estar en contacto con ellos. Ver lo que están haciendo sobre esa moto es algo especial para mí".
Sobre Mir, Schwantz admite que todavía no ha tenido ocasión de conocerle en profundidad, aunque no oculta su admiración por lo bien asentada que tiene la cabeza a pesar de su juventud: "No he podido hablar mucho con él, pero parece ser un buen chaval. Le he escuchado hablar sobre la presión en las carreras, de lo duro que son las cosas para la gente y de todo lo que está ocurriendo ahí fuera en este 2020 tan extraño. Para mí fue una sorpresa escuchar a un chaval de 23 años hablar de la gente que está ahí fuera sufriendo y diciendo '¿sabes qué? nosotros estamos corriendo con motos', eso es genial".
A la pregunta de si Kevin le daría las llaves de su RGV500 al vigente campeón de MotoGP para probarla, Schwantz responde que haría una excepción con Mir: "No dejo a mucha gente llevarla, ¡pero a él seguro que sí!", dice entre risas, asegurando que la GSX-RR tiene muchas semejanzas con la 500 que él pilotó en los 90: "Creo que la Suzuki sigue siendo una moto que gira muy bien. La moto con la que yo corría hacía los cambios de dirección muy bien, todo lo hacía muy simple, por ejemplo las curvas de 90º. La nueva Suzuki parece girar también muy bien en todas las situaciones, a los pilotos muchas veces nos cuesta dirigir bien la moto en una curva muy larga, pero la nueva Suzuki con la electrónica y todo lo que tienen es una moto muy fuerte que hace las curvas realmente muy bien".
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En opinión del campeón de 500 en 1993, la clave del éxito de Suzuki radica en la moto que han desarrollado, un prototipo muy equilibrado en todas sus áreas que permite a sus pilotos sentirse cómodos a pesar de que Rins y Mir no comparten el mismo estilo de pilotaje sobre la moto: "Durante estos dos últimos años estos chavales han estado trabajando en esta moto con Sylvain Guintoli como probador, para conseguir una moto con la que todos estén cómodos, porque si tú, como piloto, no estás cómodo sobre la moto, no irás al límite en cada vuelta. No serás capaz de ir lo suficientemente rápido con esa moto y no estarás delante, porque MotoGP cuenta a día de hoy con un grupo de pilotos y motos realmente fuerte, y tienes que estar en el juego para estar ahí delante. Ha sido un gran esfuerzo de equipo, no puedes olvidarte de los ingenieros en Japón y de todas las horas interminables que han dedicado en Hamamatsu", concluye Kevin Schwantz.