 Redacción @todocircuitoweb |
Poco a poco, las marcas de motos se están dando cuenta del tirón que tienen las motos de aspecto deportivo retro en el mercado. ¿El motivo? Los clientes de mediana edad, a partir de los 35-40 años, disfrutan de un mayor poder adquisitivo que los jóvenes de menos de 35 años, y ahora que lo vintage está tan de moda, cada vez hay más fábricas que se animan a recuperar modelos de hace 30 y 40 años adaptados a la tecnología del siglo XXI y en rango de precios no apto para todos los bolsillos.
Ejemplos hay muchos: BMW lo hizo con su R NineT Racer (14.500 €), Kawasaki ofrece su Z900RS (13.500 €), Triumph bebe de la tradición café-racer británica con su Thruxon RS (17.000 €) -que podemos carenar de modo opcional, y hace poco más de un año MV Agusta nos alegraba la vista con su espectacular Superveloce 800 (19.900 €) cc que tanta expectación y éxito comercial está teniendo en toda Europa.
En vista del atractivo que todos estos modelos generan entre los moteros más experimentados, el diseñador Kardesing se planteó un reto personal: diseñar una Honda VFR750R RC30 actual, con un motor y parte ciclo propios de la mejor superbike del momento y un aspecto que rápidamente nos trasladara al año 1987, su primera fecha de comercialización.
La popular RC30 marcó una época en el terreno de las motos deportivas. Su imagen impactaba. La base termodinámica confiaba en un motor V4 a 90º de 748 cc que proporcionaba 112 CV a 9.500 rpm, pero además se acompañaba de un nuevo bastidor doble viga de aluminio, más compacto y ligero, junto con un basculante monobrazo en aluminio que daba a la moto un aspecto espectacular.
En aquel momento, se trataba del modelo de serie más cercano a una moto de competición producido hasta la fecha, con un motor potenciado, con distribución por engranajes, relación de cambio cerrada y elementos tan sofisticados como bielas de titanio.
33 años después, Kardesing recupera el espíritu RC30 dando vida a un modelo actualizado que conserva su basculante monobrazo, un chasis de aluminio pulido de tipo doble viga y un tren delantero con lo mejor del momento donde no faltan unas pinzas Brembo Stylema ni una horquilla Öhlins con barras TiN totalmente regulables.
Estéticamente, el diseñador ha mezclado de forma magistral algunos conceptos de la Fireblade 2020 -por ejemplo sus alerones laterales semi ocultos o la forma del colín- con la doble óptica circular tan característica de la RC30, una motocicleta que cualquier entusiasta podría reconocer de un simple vistazo y que además vendría equipada con un completo paquete de ayudas electrónicas derivado del ya visto en la CBR 1000 RR-R actual.
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Para el motor, Kardesing propone utilizar el mismo V4 a 90°, DOHC, 16 válvulas y refrigeración líquida que Honda ha venido utilizando hasta hace poco en su VFR800 y VFR800X Crossrunner, un propulsor de 782 cc que entrega 107 cv de potencia a 10.250 rpm. en su configuración base y que, viendo su cilindrada y rendimiento, tiene margen de sobra para recibir una inyección adicional de 30 ó 40 cv extra, situando a este RC30 moderna en unos competitivos 150 cv.
¿Estamos soñando despiertos? Por supuesto, pero a nadie le amarga un dulce y dicen que soñar es gratis... así que Honda, ¡tienes que dar el paso!
