 Redacción @todocircuitoweb |
A pesar de que el gobierno portugués decretó este pasado miércoles el estado de calamidad en todo el país por el aumento de contagios por coronavirus -especialmente en el norte-, el Circuito de Portimao ha puesto a la venta hoy mismo las entradas para el Gran Premio de Portugal que se celebrará en el trazado luso el próximo 22 de noviembre.
Mientras que el ejecutivo portugués sigue endureciendo las medidas para frenar la pandemia (entre ellas la de hacer obligatorio el uso de mascarillas), Portimao se prepara para abrir sus gradas a miles de espectadores, una noticia muy esperada en Portugal y en España dada la cercanía entre ambos países y la inevitable peregrinación de miles de fans españoles que acudirán a esta última cita del Mundial de MotoGP.
De hecho, a las pocas horas de abrirse la compra de tickets, la web oficial de venta de entradas de MotoGP ya muestra ocho de las once tribunas de Portimao agotadas, quedando únicamente asientos libres en las más caras: grada principal superior (185 €), grada principal inferior (160 €) y grada oeste (145 €), precios válidos para los tres días de acceso al circuito.
Sin embargo, los aficionados todavía pueden adquirir entradas más económicas a través de la página web oficial del circuito, donde aún quedan tickets en las gradas norte (135 €) y la denominada como grada Portimao (115 € y 105 €).
Además, por primera vez en lo que va de temporada, MotoGP reabrirá su VIP Village a aquellos fans dispuestos a gastarse 1.248 euros por la compra de un pase de esta categoría. Sólo hay 19 disponibles en este momento, y cada uno incluye acceso total a las gradas para seguir las sesiones de clasificación y carreras, entrada al MotoGP Lounge, desayunos, comidas y cenas, y también un paseo por el vial del circuito a bordo de un BMW X5 para ver la pista de cerca.
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Después de que Misano y Le Mans abrieran sus gradas a un número limitado de público (10.000 asistentes por día), Portimao será el tercer y último circuito que contará con espectadores en su tribuna en esta atípica y extraña temporada en la que ningún circuito español ha logrado finalmente el visto bueno de las autoridades sanitarias para abrir sus gradas. Cheste lo intentó hasta el último momento, pero el aumento de contagios por COVID-19 en España y los numerosos confinamientos que se extienden por el país lo han hecho imposible.
