 Redacción @todocircuitoweb |
Jorge Lorenzo ha admitido que la posibilidad de regresar al Mundial de MotoGP en 2021 de la mano de Ducati no fue un rumor sin fundamento. El nombre del piloto balear se coló hace meses entre los candidatos a sustituir a Andrea Dovizioso en el caso de que el piloto de Forli no siguiera con la estructura italiana más allá de esta temporada, una realidad que finalmente se confirmó en Austria cuando el vigente subcampeón de MotoGP decidió romper las negociaciones con los de Borgo Panigale.
Incluso dentro de la propia Ducati, sus directivos jamás negaron la posibilidad de ver a Lorenzo vestido de rojo en 2021. Paolo Ciabatti afirmó a mediados de agosto que el nombre de Lorenzo "había estado sobre la mesa, y puede que todavía siga", unas declaraciones que el director deportivo de Ducati Corse realizó el mismo día en el que Simone Battistella, representante de Dovizioso, le comunicó a la fábrica italiana el adiós de su piloto al término del curso actual.
Ahora, y para despejar cualquier tipo de duda, ha sido el propio Jorge Lorenzo quien ha dejado claro en una entrevista ofrecida a Motorsport.com que sus conversaciones con Ducati fueron "una posibilidad muy real que estuvo a punto de materializarse" según palabras del propio pentacampeón del mundo.
El #99 ha explicado que las conversaciones con Ducati arrancaron durante el confinamiento, a mediados del mes de mayo. Fue entonces cuando Gigi Dall'Igna, amigo íntimo de Jorge, le llamó por teléfono para felicitarle por su cumpleaños, una llamada en la que, además de temas personales, también hablaron sobre la posibilidad de que Lorenzo volviera con Ducati el próximo año: "Al final de la conversación le pregunté, por curiosidad, por el futuro del equipo y por los pilotos. Poco después, Michelle Pirro me envió un mensaje medio en broma medio en serio, preguntándome si quería volver a Ducati", explica el #99 a Motorsport.com.
Tras hablar con Dall'Igna y ver que Ducati le estaba abriendo una puerta dentro de su equipo oficial, Jorge no oculta que se planteó seriamente "la idea de volver a competir", y fue entonces cuando se puso en marcha toda la maquinaria de negociación. Sin embargo, cuando todo estaba encaminado y sólo quedaba plasmar la firma en el contrato, Jorge Lorenzo reculó y prefirió seguir con su vida tranquila y relajada en Lugano.
"Empezamos las negociaciones, pero a medida que se iba acercando el momento de firmar, más peso ganaban esas cosas a las que debía volver a renunciar. Tras muchos días de dudas, decidí que sintiéndolo mucho tenía que decirle que no a Gigi", lamenta el español, especialmente por "hacerle quedar mal a Gigi con la fábrica y porque lo podía haber evitado".
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Lorenzo reconoce que este 'no' al proyecto que le ofreció Ducati sirve para "dar por cerrada mi etapa como piloto", descartando así cualquier posible regreso al mundo de la competición al más alto nivel, y no oculta que su prioridad pasa ahora mismo por renovar su contrato con Yamaha como probador siempre y cuando los de Iwata "sigan confiando en él" y exista "la voluntad por desarrollar un equipo de pruebas potente que contribuya a que la moto crezca".
