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Maverick Viñales sigue desaprovechando oportunidades para ganar el que sería su primer título de MotoGP. Hoy el piloto de Yamaha ha visto volar la Ducati de Johann Zarco por encima de su cabeza en la quinta vuelta del Gran Premio de Austria, un brutal accidente en el que también se ha visto implicado Franco Morbidelli y que ha obligado a Dirección de Carrera a parar la prueba con bandera roja.
Tras la reanudación, el de Roses ha perdido muchísimas posiciones por un problema en el embrague, firmando una décima posición al término de la carrera que está muy lejos del resultado al que aspiraba Maverick en una pista en la que, recordemos, ayer estableció la pole position.
"Se ha calentado el embrague y he estado tres vueltas con el embrague patinando", explicó el catalán durante su charla online con la prensa. "No he podido hacer nada. Me pasaba todo el mundo en la recta e incluso he levantado la mano de la curva 1 a la 3 para que nadie me diera. Me pasaban por los lados. Da rabia. Estoy muy frustrado. Era una carrera buena, porque me sentía fuerte, frenaba muy tarde y hubiera tenido opciones de adelantar. Otra carrera que realmente hemos tirado a la basura".
Maverick, que ha abandonado el box tras la carrera con lágrimas en su rostro, asegura estar "decepcionado" después de que su moto no le acompañara hoy en la carrera: "Tanto en Brno como aquí eran dos oportunidades perfectas para estar delante en el campeonato y las hemos desaprovechado totalmente. Tenía buen ritmo, tenía buena vuelta, estaba ahí delante... Hay que seguir. Es complicado entender el por qué suceden cosas".
El problema de Viñales es el mismo de todos los fines de semanas: "Si coges el feeling que tengo el sábado, es espectacular. Tengo un feeling buenísimo y estoy entre los tres primeros en cada entrenamiento, incluso con la pista medio mojada y medio seca. Luego llega la carrera y es una moto difícil de conducir. Cambia mucho de entrenamientos a carrera. Es algo que me sucede desde hace muchísimas carreras y no se encuentra solución".
El piloto de 25 años insiste en que la Yamaha es "una buena moto para una vuelta cuando hay grip", pero todo cambia cuando el agarre de la pista no es el adecuado: "Cuando no hay grip se hace mucho más difícil. Estamos sufriendo en ese aspecto, que cuando no hay grip la moto es inconducible. No puedes hacer absolutamente nada. Yo lo intento, cambio todos los mapas, el freno motor, pruebo a frenar antes, pruebo a frenar más tarde, me intento adaptar en cada vuelta... Pero no hay manera. Es algo que me sucede desde hace mucho".
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Por último, Maverick no ha podido esconder estar "contento" por haber salido ileso del espectacular accidente que se ha producido en la curva 3: "Tanto Valentino como yo estamos bien y eso es lo más importante. Franco y Johann también están bien. En la curva 3 ya se sabe, no ha pasado nada en los otros años porque Dios no ha querido. Es una curva muy complicada. Para las motos es muy difícil esa curva. Sobre todo en agua, así que espero que no llueva, porque en agua eso va a ser increíble. Te puedes caer muy fácil ahí en agua, porque al final frenas tumbado. Esperemos que no suceda nada más", concluye el de Roses.