 Redacción @todocircuitoweb |
Maverick Viñales es uno de los pocos privilegiados dentro de la parrilla de MotoGP que tiene su futuro deportivo asegurado dentro de Yamaha por un mínimo de dos temporadas más. El piloto de Roses firmó su renovación con la fábrica de Iwata antes de iniciar el curso 2020, en el mes de febrero, un acuerdo que ponía punto y final a las especulaciones sobre su posible cambio a Ducati, fábrica que ya había puesto en marcha toda su maquinaria para hacerse con los servicios de Maverick.
En una entrevista ofrecida al portal Autosport, el dorsal #12 de Yamaha ha reconocido que no sintió toda la confianza que él esperaba de Yamaha durante la temporada 2019, una situación que le llevó a replantearse su posible salida del box de Iwata al término de su cuarto año como piloto de fábrica en Yamaha.
Sin embargo, Maverick admite que el equipo capitaneado por Lin Jarvis reculó en la parte final del curso 2019, especialmente en lo que respecta a las evoluciones de la YZR-M1, y fue ese cambió de actitud por parte de la marca de los diapasones la que llevó al español a seguir confiando en ellos un mínimo de dos temporadas más a pesar de que Ducati le había ofrecido la posibilidad de liderar su proyecto en MotoGP a partir de 2021.
Sobre ese cambio de actitud por parte de la marca japonesa, Viñales admite que eso le generó "mucha confianza con Yamaha, es lo que eché de menos el año pasado: tener su confianza y saber al 100% que me mantendrían. Estoy muy contento con la posibilidad de quedarme otros dos años con Yamaha e intentar luchar por el mundial, al final esto es lo más importante".
El piloto de 25 años afirma que la idea de haber corrido para Ducati "era algo que tenía en mente", y no oculta su buena relación con la cúpula directiva de la marca italiana ni su curiosidad por saber si sería igual de rápido con un protótipo que, a su juicio, casa bien con su estilo de pilotaje.
"Tengo muy buena relación con la dirección de Ducati. También lo pensé porque tienen una moto bastante adecuada para mi estilo de pilotaje. Al final tomé una decisión pensando también en este año, porque tengo un objetivo: no hacer más carreras como el año pasado o 2018, y no sé si podría haber pilotado al mismo nivel sabiendo que iba a salir de Yamaha", explica Maverick Viñales.
Leer también: Tech3 aboga por congelar también el mercado de pilotos en MotoGP
El piloto catalán cree que uno de los puntos fuertes de la Desmosedici, además de su potencia, reside en el área de la frenada y en su capacidad para seguir siendo ágil a la hora de iniciar los giros: "A menudo he ido detrás de las Ducati, tanto en carrera como en entrenos, y creo que es una moto bastante completa. Pero, por encima de todo, tiene la capacidad de frenar muy tarde, pero aún así es capaz de hacer la curva, y eso es lo que Yamaha ha perdido un poco en los últimos años", concluye el de Yamaha.
