Foto: Motogp.com
 Redacción @todocircuitoweb |
Ahora que los pilotos y ex-pilotos del Mundial de Motociclismo tienen más tiempo libre que nunca por culpa del confinamiento domiciliario obligado por la pandemia de Coronavirus, muchos de ellos están aprovechando las diversas entrevistas que están ofreciendo en la distancia para echar la vista atrás y recordar momentos destacados de su vida deportiva y algunas anécdotas desconocidas para el gran público.
Loris Capirossi, en la actualidad comisario de seguridad de la FIM, protagonizó este pasado sábado una vídeo charla con GPone.com en la que tocó diversos momentos de su pasado, especialmente aquel 2003 en el que el piloto italiano fue, junto con Troy Bayliss, uno de los elegidos por Ducati para protagonizar el regreso de la marca de Borgo Panigale al campeonato del mundo.
El debut de Loris con la Desmosedici GP3 no pudo ser mejor: en la primera carrera (Japón) logró un podio, y cinco grandes premios después, en Barcelona, conquistó la primera victoria para Ducati en MotoGP: "Tengo un bonito recuerdo de aquel día. Ducati había vuelto al mundial después de muchos años, y en los test yo había sido el más rápido. En la primera parte de la carrera todos tuvimos que conservar los neumáticos porque hacía mucho calor, 'Vale' se tuvo que ir largo para no tocarme y fue una victoria increíble".
Capirossi recuerda con añoranza los primeros años de la fábrica italiana en el campeonato, un viaje en el que tampoco faltó la constante introducción de novedades técnicas pioneras en ese momento por parte de Filippo Preziosi, el padre de la Desmosedici. Una de ellas, recuerda Loris, guardaba semejanzas con el 'Holeshot' que actualmente emplean los pilotos Ducati en MotoGP: "Preziosi siempre tenía algunas ideas particulares. Probé ese sistema en Mugello: cuando cortabas el acelerador y tocabas el freno, el amortiguador trasero se bloqueaba, la moto bajaba y tenías una frenada increíble, pero era algo realmente arriesgado porque prácticamente te quedabas clavado. En 2005, en Jerez, hicimos otro experimento, probé un motor que se paraba cuando cortabas el gas, y luego se encendía otra vez vez cuando lo abría de nuevo. Era una especie de 'start and stop', pero en una MotoGP no funcionaba".
A lo largo de todos estos años, y a pesar de estar retirado desde finales de 2011, 'Capirex' ha tenido la oportunidad de probar todos los años alguna MotoGP moderna, y habla de las diferencias que hay entre las motos actuales y la Ducati con la que él corrió en 2003: "La primera diferencia está en la potencia, hay como 50 cv a favor de las actuales. Con la moto que guardo en mi casa [tiene una GP3 en el salón] hacía los 350 km/h pero era difícil de controlar, era mucho mejor que una dos tiempos, aunque se parecía mucho más a esta última que a una MotoGP moderna".
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"Es difícil hacer comparaciones", prosigue el ex-piloto natural de Bolonia. "Las MotoGP actuales ofrecen una adrenalina increíble, en general son fáciles de conducir, si vas despacio claro. Recuerdo que cuando probé la Ducati en Mugello, Dovizioso me dijo, 'me juego lo que quieras a que no pasas por el bache [ubicado al final de la recta de meta] a toda velocidad en las primeras vueltas', y no corté gas ni en la primera vuelta. Llegué a final de recta a 360 km/h, incluso fui capaz de pararla (risas). El año pasado me compré una MotoGP nueva, en cuanto pasé todo esto iré a rodar con ella", revela Loris.
A la pregunta de si un piloto actual sería igual de competitivo con una 500 de dos tiempos, el italiano cree que se trata "de un mito, porque un campeón actual sería rápido incluso con una 500, quizás le llevaría más tiempo adaptarse. Quizás con las MotoGP actuales todos los pilotos están más cerca, pero los más fuertes siempre marcarán la diferencia".
Centrado en la parrilla actual del campeonato, Capirossi explica que "el nivel actual de MotoGP es realmente alto... da miedo. A nivel humano hay una buena relación, todos son tipos razonables y entienden los problemas. El hecho de que entre ellos haya un piloto experimentado como Valentino es bueno para el campeonato: actualmente el límite para competir en MotoGP es de 50 años, pero para él podríamos aumentarlo porque no creo que quiera parar", admite entre risas.
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Por último, en relación al futuro a corto plazo del campeonato y su esperado inicio, Capirossi comenta que "ahora mismo es imposible establecer una fecha, el deporte está ahora en un segundo plano. Si pudiéramos empezar en julio o en agosto, estaría satisfecho. Si empezamos en julio podremos hacer más de diez carreras, de lo contrario será difícil. Obviamente mantendremos las carreras más 'calientes' (por clima) durante los meses más fríos".
