Foto: KTM / Sebas Romero
 Redacción @todocircuitoweb |
Petronas ha dejado huella en su primer año de vida en MotoGP. La estructura malasia se aseguró en 2019 el título de mejor equipo satélite de la parrilla por delante de rivales ya consolidados en este paddock como el LCR Honda o el PRAMAC Racing, conquistando junto a Fabio Quartararo las coronas de mejor rookie del año y de mejor piloto privado, algo prácticamente impensable para una estructura que nació a mediados de 2018.
El equipo propiedad de Razlan Razali es estableció con un objetivo en mente: convertirse en una plataforma para que los mejores pilotos de Moto2 accedan a la categoría reina con una de las motos más fáciles de pilotar para un debutante, la Yamaha YZR-M1.
En su año de estreno, Petronas optó con confiar en un joven piloto con mucha proyección que había sufrido en su debut en MotoGP junto a Honda, Franco Morbidelli, un fichaje en el que también tuvo algo que ver la influencia de su mentor, Valentino Rossi.
La sorpresa vino cuando el equipo malasio anunció el nombre del que sería compañero de Morbidelli en 2019: Fabio Quartararo, un piloto que después de haber conquistado dos títulos del FIM CEV Repsol Moto3 consecutivos no había encontrado su suerte en el campeonato del mundo. Cuando Petronas hizo oficial el fichaje del piloto de Niza, muchos se preguntaron si el equipo de Razali no se había precipitado dándole un ticket de acceso a MotoGP un piloto cuyo mayor logro en el mundial había sido, hasta ese momento, una victoria en Barcelona con su Speed Up Moto2, otro podio justo después en Assen y los dos segundos puestos que alcanzó en Austin y Holanda en su año de debut en Moto3.
Johan Stigefelt, el director de equipo del Petronas SRT, ha explicado en La Gazzetta dello Sport los motivos que les llevaron a fijarse en la joven perla francesa cuando ningún otro equipo de MotoGP se había interesado en él: "He estado siguiendo a Fabio desde que era niño, no tenía dudas de que era un mega talento. Cuando en Assen supimos que Pedrosa se iba a retirar, empezamos a mirar a Moto2 con Razlan, y justo Fabio había ganado en Barcelona y había acabado segundo allí [Assen]".
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"¿Por qué no íbamos a ficharle?", se pregunta Stigefelt. "Con la Speep Up estaba haciendo algo impresionante a pesar de no tener una Kalex, que era más competitiva".
Después de los dos podios consecutivos de Fabio en Moto2, Petronas se puso en contacto con su representante para ofrecerle un asiento en MotoGP en 2019. Curiosamente, según explica Johan Stigefelt, "la primera respuesta fue negativa. Pero después me preguntó de qué le estaba hablando. 'De MotoGP', le respondí. Me dijo que me llamaría de nuevo. Estaba en un coche junto a Fabio, y a los pocos minutos vino el sí".
Quartararo aceptó la propuesta de Petronas, subió a MotoGP con el equipo malasio y en su primer año conquistó nada más y nada menos que siete podios y seis pole position, un bagaje que rápidamente le convirtió en un objeto de deseo para el resto de fábricas, especialmente Ducati, muy interesada por hacerse con los servicios del francés. Yamaha reaccionó rápido, y en enero le ofrecieron la oportunidad de ascender al equipo oficial en 2021 ocupando el asiento de Valentino Rossi, una oferta irrechazable para Fabio.
"Es algo que ya sabía desde hace tiempo", reconoce Stigefelt sobre el ascenso de su piloto al equipo de fábrica. "Siempre hemos hablado de forma abierta con Yamaha. Lo más importante era que Fabio se quedara en Yamaha, y eso es lo que ha pasado", asevera el ex-piloto sueco.
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Por último, durante su charla con La Gazzetta dello Sport, Stigefelt responde a la pregunta de si Dani Pedrosa fue una de sus primeras opciones en 2018 cuando todavía estaban dándole forma al equipo: "En realidad era más un deseo de Dorna. Nunca hablamos directamente con Dani, ni hubo oferta alguna", sentencia el director del equipo Petronas.
