 Redacción @todocircuitoweb |
Puede que Max Biaggi esté a punto de cumplir medio siglo de vida, pero el piloto romano no parece renunciar al mundo de las carreras. Al margen de su trabajo actual al frente del Max Racing Team en el Mundial de Moto3 -ahora convertido en equipo oficial Husqvarna-, el 'Corsario' sigue trabajando para Aprilia como embajador en todo el mundo, acudiendo a diversos eventos para presentar las últimas novedades de la firma de Noale.
Hace unos días, Biaggi viajó hasta el Circuito de Sepang para presentar allí la nueva y exclusiva RSV4 X, una evolución de la ya de por sí extraordinaria 1100 Factory destinada única y exclusivamente a los circuitos, de la que sólo se fabricarán 10 unidades en edición limitada.
Max disfrutó como un niño de los 225 cv de esta bestia italiana y de su ridículo peso de 165 kilos, completando cerca de 160 vueltas al trazado malasio acabando a sólo dos segundos de la pole que Franco Morbidelli estableció en la última edición de las 8 Horas de Sepang a los mandos de una Yamaha R1.
Hablando para Speedweek.com, Biaggi ha explicado que estuvo "rodando en circuito durante tres días, durante la presentación de la nueva Aprilia en Malasia y el resto del sudeste asiático. Había muchos pilotos en pista, fue un poco peligroso porque sólo había aficionados en pista. Completé un total de 160 vueltas en tres días y alcancé los 290 km/h. En Mugello llegamos a los 305 km/h con la X".
Max llegó incluso a bromear sobre la velocidad que demostró en Sepang con la superbike de Noale. "Desafortunadamente todavía soy rápido", comentó con una sonrisa en la boca, una velocidad que el piloto romano no ha podido demostrar en estos tres últimos años tras el grave accidente que sufrió en 2017 mientras practicaba Supermotard, un incidente que le llevó directamente a la UVI con varias costillas rotas y los pulmones encharcados.
Volviendo a las prestaciones de la RSV4 X, Biaggi no oculta sus semejanzas con la Aprilia con la que conquistó su último título de Superbikes: "En términos de potencia, sí. La potencia es muy parecida a la moto con la que corrí en 2015. La electrónica también se parece mucho a la de mi moto oficial de 2015. El comportamiento en general también es comparable, el manejo es idéntico. Así que estás pilotando una excelente moto de carreras pura sangre".
Viendo el excelente estado físico de Max y la velocidad que todavía conserva, en Italia ya se empieza a rumorear sobre un posible regreso puntual del 'Corsario' a la competición, quizás en alguna cita del Mundial de Resistencia o incluso colaborando más estrechamente con Aprilia en el Mundial de MotoGP en calidad de piloto de pruebas, especialmente ahora que Andrea Iannone podría perder su licencia de la FIM tras su positivo en anabolizantes.
Aunque no niega esta posibilidad, Biaggi recuerda que lleva muchos años apartado de este paddock -disputó su última carrera con Honda en 2005-, por eso descarta casi por completo el trabajar para los de Noale como probador en MotoGP: "Un piloto de pruebas de MotoGP no sólo tiene que tener velocidad, también necesita una idea clara del 'input' técnico que debe transmitir a los ingenieros".
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Para añadir más misterio a su futuro, el piloto italiano compartía el siguiente mensaje con sus seguidores en redes sociales este pasado jueves: "Hoy pensé en el hecho de que, a pesar de pasar los años, cuando me subo a una moto (como en Malasia hace unos días) me divierto como un loco. Y lamentablemente es una condena para mí... sigo siendo jodidamente rápido. Ojos apuntados al futuro, mantente atento". Un enigmático mensaje que, quizás, sea un aviso por parte de Biaggi.
