 Redacción @todocircuitoweb |
Cualquier apasionado del mundo del motor reconoce a simple vista un Dodge Viper. Para muchos se trata del deportivo americano por excelencia -con permiso del Corvette-, especialmente si miramos lo que esconde debajo del capó: un imponente motor V10 con más de ocho litros de cilindrada y una potencia que, en las versiones más modernas, alcanza los 645 cv.
Hoy nos centramos en un modelo de hace años, también equipado con motor de 10 cilindros y una potencia que, de serie, rondaba los 450 cv... y hablamos en pasado porque el orgulloso propietario de este Viper decidió aumentar la caballería de su inmenso propulsor añadiéndole un compresor, una técnica muy extendida en los Estados Unidos a la hora de potenciar motores atmosféricos gracias a la laxitud de sus normas de homologación.
En esta ocasión, esta bestia americana de la automoción -cuya potencia ronda los 800 cv según su propietario- ha tenido la mala fortuna de enfrentarse cara a cara con otra bestia llegada de Europa, la KTM Super Duke R en su versión 2019, una supernaked de altos vueltos con un motor que tiene ocho cilindros menos que el del Viper y que presume de tener la cuarta parte de su potencia, 177 cv.
Antes de ver este duelo -organizado en una carretera convencional de doble sentido, una locura-, podemos dejarnos llevar por la apabullante potencia del Viper y apostar a su favor. Y es que 800 cv son muchos caballos en un coche, por muy potente que sea nuestra moto.
Sin embargo, si eres de los que iba a poner todo su dinero en el coche, dale al play y comprueba la capacidad de aceleración de la KTM, lo mismo te llevas una buena sorpresa....
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Ahora que ya sabes el resultado, ¿te crees los supuestos problemas mecánicas que argumenta el dueño del Viper? ¿O quizás ese compresor no le da la potencia esperada y necesaria para vencer a la super-naked austriaca?
