Foto: Polarity Photo
 Redacción @todocircuitoweb |
Nadie puede preocuparse más por un piloto de motociclismo que sus propios padres, aquellos que, en muchas ocasiones, han sido uno de los pilares fundamentales para que sus hijos alcancen la cima del Mundial de Motociclismo.
Cualquier piloto de cierto nivel, salvo raras excepciones, se ha convertido en profesional después de que sus padres le hayan acompañado de la mano durante sus primeros años, viendo a sus progenitores ejercer de mecánicos, mánagers, jefes de equipo y de cualquier profesión relacionada con el mundo de la competición.
Sin embargo, la mayoría de pilotos coinciden en que, llegado un punto de su carrera, es beneficioso para ellos que exista una cierta separación a nivel profesional entre ellos y sus padres para no tener problemas en el futuro, una situación que Pol Espargaró ha explicado con todo lujo de detalles en la última entrega del podcast Carreras Cruzadas dirigido por Vanessa Guerra.
"Mi caso fue anecdótico", recuerda el piloto de KTM. "Yo empecé en el Campeonato de España, primero en el de Catalunya de 125, y luego al de España. Empecé con un equipo del RACC, y luego pasé a otro equipo del RACC que llevaba Emilio Alzamora, manager de Marc Márquez ahora. Mis padres venían a todas las carreras, a todas partes. Yo siempre he sido bastante más independiente que mi hermano, y eso depende de cada piloto. Cada uno es un mundo, hay pilotos que les ayuda muchísimo estar con sus padres o novias, a otros les gusta estar separados".
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Foto: Sebas Romero
Para Pol, el hecho de estar separado de sus padres cuando llegaba al circuito le ayudaba "a estar tranquilo y a madurar, y a mí me gustaba", y confiesa que su team manager por aquel entonces, Emilio Alzamora, llegó incluso a no permitirle la entrada al box a sus padres para evitar cualquier distracción: "Ese año de 125 en el Campeonato de España, Emilio le prohibió la entrada a mi padre y a mi madre al box. Dijo que le parecía muy bien, que podían venir a las carreras, pero que no quería verles ni en pintura, que si querían que yo estuviera en ese equipo, ellos no podían aparecer por el box, que les dejara trabajar. Siempre le estaré agradecido, me ayudó a madurar, y también a mis padres que yo necesitaba un espacio. A partir de ahí empecé a volar solo".
Otro aspecto interesante que trata Pol Espargaró en el podcast Carreras Cruzadas tiene que ver con el trato que recibe su equipo de mecánicos, del cual se preocupa siempre para que cobren el mejor salario posible: "Nos subimos a la moto y nuestras vidas están en manos de nuestros mecánicos. Hay equipos que a veces no pagan bien a los mecánicos, o no les tratan como deberían, o tienen que hacerse muchas horas en coche para ahorrarse un billete de avión. Yo hago mucho hincapié todos los años para que mis mecánicos estén bien pagados, creo que yo estoy bien pagado, y por eso quiero que mis mecánicos también lo estén".
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De entre su 'cuadrilla', Pol destaca especialmente a Xavi Queixalós, un mecánico que el menor de los Espargaró se llevó a KTM tras abandonar el Yamaha Tech 3: "Sobre todo mi mecánico de confianza, que siempre va conmigo, Xavi. Hemos pasado nuestros más y nuestros menos, pero económicamente siempre le he ayudado y aportado cuando el equipo no podía, y esto es super importante, lo más imporante no es tener al mejor técnico del mundo, creo que no existe. Existe el mejor técnico del mundo para ti, para una persona, para un estilo de pilotaje... por ejemplo a mí el de Márquez, por muy bueno que sea, a lo mejor no encajaríamos. Creo que la persona es muy importante y el equipo técnico también", concluye el #44 de KTM.
