
Tras anunciar la retirada de Suzuki Alstare del mundial de Superbikes, Francis Batta ha estado en contacto con distintas marcas europeas con la intención de no retirarse definitivamente del panoroma mundialista del WSBK. Con BMW y Aprilia corriendo con equipos de fábrica, y estando Althea como semi-oficial de Ducati, Batta lo tenía complicado para encontrar una marca que le ofreciese material de primera para poder competir en SBK.
Uno de los pocos candidatos que le quedaban era MV Agusta, que no tiene presencia en el WSBK y cuenta con motos de calle competitivas y con el suficiente potencial como para disputar el campeonato mundial. El problema de Batta es que los italianos, en un principio, mostraron su recelo de dar el salto a un campeonato tan importante como el WSBK, sobre todo por el tema económico, ya que MV Agusta no pasa por su mejor momento.
Según los rumores que circulan por la red, todo esto podría cambiar tras una oferta que ha recibido el manager belga por parte de MV Agusta, que le ofrece su F3 de 675 cc para disputar el mundial de Supersport con Luca Scassa como piloto. Seguramente no sea lo que Batta se esperaba, ya que su objetivo era la categoría de Superbikes, pero quizás sea la única aternativa que le quede al belga.
Scassa ya tiene experiencia con MV Agusta en competición, no obstante en 2006 ganó el CIV Superstock con una F4, y logró el tercer puesto en el mundial de Superstock ese mismo año. En 2007, el italiano se marchó a EEUU para correr el AMA Superbike como piloto oficial de MV Agusta, y al año siguiente regresó a su tierra natal para ganar de nuevo el CIV con otra F4, pero esta vez en la categoría de Superbikes.
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