
Después de doce años de matrimonio entre Suzuki y Alstare, el equipo que dirige el belga Francis Batta pone punto y final a su participación en el mundial de Superbikes. El rumor de que Suzuki no iba a participar oficialmente en el WSBK la próxima temporada se ha hecho realidad, y esto ha sido la gota que ha colmado el vaso para Batta, que termina de malas maneras su relación con Suzuki después de más de una década trabajando codo con codo.
Tampoco ha ayudado a aliviar la situación el acuerdo entre Suzuki Crescent y Yoshimura anunciado esta misma semana, un gesto que Batta se ha tomado muy mal. Las cosas empezaron a torcerse con la fábrica de Suzuki en 2009, cuando empezó a haber problemas de patrocinadores en SBK con la llegada de la crisis. En 2010, con la entrada de Viru como patrocinador de Alstare, el equipo de Batta hizo un buen año, especialmente gracias al trabajo de Leon Haslam con la Suzuki GSXR 1000.
A partir de este momento, Suzuki limitó su colaboración con Alstare hasta convertirlo en un equipo semi-privado. No hay más que ver los modestos resultados del equipo en esta última temporada para darse cuenta de que algo estaba fallando. Con la temporada finiquitida, Suzuki le comunicaba a Batta que ya no iba a recibir más apoyo desde la fábrica de Hamamatsu.
El propio manager belga comentaba lo siguiente en una entrevista concedida a Cycle News: "La decisión de Suzuki demuestra una grave falta de respeto de acuerdo a la cultura japonesa, así es como nos premian después de doces años de colaboración, apoyando al equipo Crescent. Aún así, creo que podemos estar orgullosos de los éxitos que hemos conseguido en el Mundial de SBK en los últimos quince años".
Es triste leer que un equipo con tanta historia como el Alstare deja el mundial de SBK, y más aún viendo las formas y los malos gestos que Suzuki ha tenido con Batta en estos tres años. Esperemos que se trate de un 'hasta luego' y no de un 'adiós' definitivo.
Fuente de la noticia: http://www.cyclenews.com