 Redacción @todocircuitoweb |
26 años sin pilotar una moto es mucho tiempo. Por eso Wayne Rainey ha aceptado la invitación del Circuito de Suzuka para asistir del 16 al 17 de noviembre al festival The Sound Of Engines que celebrará el trazado japonés, una fiesta del motor a la que acudirán pilotos de todas las disciplinas y en la que Rainey tendrá la oportunidad de volver a compartir pista con otras leyendas como Eddie Lawson y Kenny Roberts.
Sin embargo, antes de aceptar este reto, Wayne ha querido prepararse en Estados Unidos para recuperar las sensaciones perdidas en estas dos últimas décadas y media. Lejos queda ya aquel 5 de septiembre de 1993, cuando el piloto natural de California quedó parapléjico tras sufrir un grave accidente en Misano; estaba a sólo tres carreras de conseguir el que habría sido su cuarto título consecutivo de 500 cc.
Cuando Rainey recibió la primera llamada del Circuito de Suzuka decidió declinar la propuesta. Sin embargo, hace un mes y medio, Wayne cambió de opinión después de que Keit McCarty, de Yamaha USA, le explicara que podían preparar una Yamaha R1 para adaptarla a su paraplejia, momento en el que el piloto de 59 años decidió dar el paso.
Antes de poner rumbo a Japón, Rainey ha tenido la oportunidad de rodar en el circuito de Buttonwillow (California) con una R1 modificada con el cambio semiautomático en la piña izquierda y un arnés que mantiene su cuerpo unido al asiento.
"No tengo ni idea de lo que estoy haciendo", dijo Rainey antes de subirse a la moto. "Han pasado 26 años. Hay un evento al que voy a asistir en Japón la próxima semana, se llama The Soung Of Engines. Me preguntaron si quería pilotar una superbike, les dije que no, fue hace seis meses. Hace un mes y medio le eché un vistazo a un vídeo que me mandaron [desde Yamaha USA], les dije que me mandaran todas las partes [de la moto] hasta aquí y Keith McCarty de Yamaha y todos los demás han ayudado a poner la moto a punto , y aquí estoy en Buttonwillow".
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El tres veces campeón de 500 no oculta que lleva "dos días pensando" en este test. "Creo que estoy un poco ansioso, pero no estoy nervioso. Estoy un poco emocionado. Simplemente dejaré que suceda, no tengo ni idea de qué esperar. Lo único que voy a sentir normal son los semimanillares, todo lo demás será nuevo. Irá bien, la sensación será extraña, sólo tendré que pilotar, tengo el cambio de marchas en el semimanillar, tendré que centrar mis ojos de nuevo".
Tras completar varias tandas, un Rainey feliz explicaba de nuevo cómo había sido volver a sentir las sensaciones de una motocicleta de 200 cv de potencia: "Ha sido toda una experiencia. Llevo 26 años sin pilotar, y tener esta oportunidad de poner todo a punto en sólo un mes... hicimos el mono con Alpinestars, ellos me ayudaron. Yamaha con Keith McCarty prepararon la moto".
"Cuando puse primera y salí por primera vez del pit lane era como cuando te quitan las ruedas de entrenamiento de la bicicleta, me iba moviendo saliendo del pit lane, y en cuanto aceleré lo sentí bien, pero las dos primeras vueltas fueron muy extrañas, la aceleración, el modo en el que me sentía sobre la moto, así que me tomé un descanso. Cuando salí de nuevo empecé a sentir que estaba todo en su sitio. 26 años fuera es mucho tiempo, y saltar encima de una R1 ha sido... me ha hecho sentir joven otra vez", explica el californiano.
"He tenido tiempo para sentir la moto, cómo tenía que tumbar en las curvas y cómo sentía la moto, porque en el fondo lo único que puedo sentir es el manillar. Cuando he acelerado y he empezado a meter marchas... estas motos aceleran muy fuerte. La segunda vez he podido empezar a pensar en esto, y ya sabía qué esperar, así que la segunda vez sentía que ya estaba pilotando con la moto en lugar de estar por detrás de ella como estaba la primera vez. Ha sido bastante divertido", finaliza Rainey, que ahora pondrá rumbo a Japón para ser una de las estrellas invitadas al festival The Sound of Engines.
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El vídeo, a continuación:
