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Marco Melandri no está teniendo la temporada de despedida que esperaba. A sus 37 años, el piloto italiano afronta la que está siendo su última temporada como piloto profesional, una larga trayectoria mundialista que empezó en 1997 y que ahora, 22 años después, pondrá su punto y final el próximo 26 de octubre bajo los focos del Circuito de Losail.
El piloto de Ravenna pilota este año una YZF-R1 dentro del equipo satélite GRT Yamaha, una moto que poco tiene que ver con la Ducati 1199 R con la que Melandri disputó las dos últimas temporadas del WSBK. En las 31 carreras que ha disputado este año, Melandri ha cosechado tres podios (el último en Jerez) y ha sumado un total de 171 puntos que le colocan noveno en la general del WSBK, aventajando a su compañero de equipo, Sandro Cortese, por 49 puntos.
Desde que la temporada arrancó en Phillip Island, Melandri siempre ha hecho público su descontento con el comportamiento de la YZF-R1, una moto a la que todavía no ha conseguido adaptarse al 100%. El italiano le ha pedido ayuda a Yamaha en varias ocasiones, y a pesar de la presencia de los técnicos oficiales de Iwata en su box, Marco no ha sido capaz de mejorar su feeling con la superbike japonesa.
El último episodio de este desencuentro se vivió en Magny Cours, donde Melandri firmó un sexto puesto en la Race 2 del domingo como mejor resultado de todo el fin de semana. "Esta moto es totalmente diferente a mis características. He hecho lo posible por adaptar la R1 a mi estilo, pero no he podido. Hemos trabajado duro, pero por desgracia no hemos podido encontrar la solución a mis problemas", lamentó el dorsal #33 en Francia en declaraciones a GPone.com.
En opinión de Melandri, "la Yamaha es una moto particularmente rígida, es imposible de parar y sufro para hacerla girar. No puedo poner los dos neumáticos en el suelo. El carácter de la moto requiere un estilo de pilotaje que explote la parte trasera, pero yo prefiero la delantera. Es una lástima porque nunca vuelvo a casa contento dadas las dificultades".
Preguntado por el modelo 2020 que Yamaha ya ha presentado a la prensa en Jerez, Melandri cree que no habrá diferencias de comportamiento sustanciales respecto a la moto que lleva ahora, aunque reconoce que es algo que ya no le preocupa: "Creo que el carácter de la nueva M1 es el mismo que la actual, de todos modos yo ya no seguiré por aquí el próximo año".
Estas declaraciones de Marco criticando una vez más el comportamiento de la Yamaha llegaron a oídos de Michael Van der Mark, uno de los dos pilotos oficiales del equipo de Iwata en WSBK. El piloto holandés -poco amigo del italiano- habló alto y claro en el paddock de Magny Cours: "No sé qué decir, sólo sé que Marco se retirará a finales de año y eso es suficiente para mí (risas). Acabé en el podio y él por detrás, de modo que no me preocupa. Lo cierto es que la R1 2020 no es una moto totalmente nueva, pero ha mejorado en algunas partes, lo veremos mejor durante los test. Creo que Marco es demasiado crítico, y en vista de que se va a retirar, en mi opinión no debería hablar más", apostilló Van der Mark.
Esta tensión entre Melandri y la estructura oficial de Yamaha no acabó aquí. Paul Denning, el team manager del Pata Yamaha WSBK Team, citó las declaraciones del italiano en redes sociales con un breve pero directo "Querido Marco", un mensaje al que posteriormente también respondió Van der Mark con cierta sorna asegurando que "vamos a echarle de menos" cuando se retire a final de temporada.
Gonna miss him
— Michael van der Mark (@mickeyvdmark) September 29, 2019
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Un ambiente desde luego extraño el que se vive ahora mismo en Yamaha, y una lástima que un piloto de la talla de Melandri cierre de este modo su larga trayectoria deportiva.