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Cuando Michelin se convirtió en proveedor único de neumáticos para MotoGP en 2016, la marca francesa vivió las dificultades propias de un proyecto nuevo y muy ambicioso. Tuvieron momentos negativos, como las explosiones de dos neumáticos en Malasia y Argentina, pero trabajaron con mucha intensidad para encontrar una buena base. Los equipos lo valoraron, pero no estaban contentos porque tuvieron muchísimas dificultades para trabajar cada fin de semana. La selección cambiaba constantemente y el objetivo de la marca francesa para 2017 y 2018 era muy claro: estabilidad en su oferta de gomas.
En un deporte en el que todo depende de las gomas, nunca llueve a gusto de todos. Yamaha empezó con mucha fuerza en 2017, pero no se ajustó igual que sus rivales al cambio de carcasa que llegó en Mugello. La electrónica y el chasis de la M1 no hacía trabajar los neumáticos de la forma apropiada, tenían poco grip y perdían tiempo en las aceleraciones. Fueron los principales afectados por esta medida, aunque también estaban implicados otros factores técnicos que fueron descubriéndose poco a poco.
La situación parecía mucho más estable a principios de 2018 gracias a un compromiso por parte del fabricante galo: antes de empezar el curso enviaron a los equipos un listado con la información de compuestos para el resto del año. No querían sorpresas y malos titulares. Al fin y al cabo, su aventura en MotoGP les permite desarrollar tecnología, pero es un movimiento publicitario, principalmente.
Sin embargo, decidir la oferta de neumáticos con tanta antelación les trajo algún problema y recibieron quejas por parte de Valentino Rossi después de las primeras carreras: el italiano creía que Michelin estaba haciendo un buen trabajo, pero no había elegido bien los compuestos en Italia o Barcelona, por ejemplo. Davide Tardozzi, team mánager del Ducati Team, lamentó durante el Gran Premio de Alemania que Michelin había 'roto' la estabilidad. "La carcasa es más dura y los compuestos trabajan diferente; los neumáticos deben ser los mismos y nos han dicho que son similares", dijo el mandatario de Borgo Panigale. Cuando has dedicado grandes recursos a desarrollar un prototipo sobre unos neumáticos concretos, cualquier cambio (o sospecha de ello) es acogido con desagrado.
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Para conocer el punto de vista de Michelin, Todocircuito.com ha hablado con Piero Taramasso, director de Michelin Motorsport para motociclismo, y ha confirmado que los neumáticos delanteros no han sufrido ninguna modificación, pero la situación es distinta con la goma posterior: "Solo ha habido cambios en los neumáticos traseros, que son compuestos nuevos validados durante los test de invierno. La carcasa y el perfil son los mismos. En general, hemos ido hacia neumáticos más blandos porque en 2017 el neumático trasero duro no se utilizaba. Así que no ha habido grandes cambios en los neumáticos, solo un pequeño ajuste en los compuestos traseros".