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Jorge Lorenzo cerró el último test de Brno con el quinto mejor registo de la tabla de tiempos, acabando a cuatro décimas exactas de la Honda de su futuro compañero de equipo, Marc Márquez. El mallorquín completó un total de 45 vueltas al trazado checo, centrando gran parte de su jornada de trabajo en conocer la última evolución del chasis que Andrea Dovizioso ha venido empleando desde la carrera de Assen, un bastidor que Lorenzo quería probar con más tranquilidad antes de decidirse por él.
"No había tenido tiempo hasta ahora para probarlo, y este test era ideal para hacerlo", comentó el #99 al término del test en declaraciones recogidas por GPone.com. "He encontrado muchos aspectos positivos, más que negativos, y puedo decir que en el fondo me gusta. Sin embargo tengo que confirmarlo en otros circuitos, así que lo usaré en Austria", puntualizó Lorenzo.
Precisamente la próxima cita del calendario mundialista es, a priori, la más favorable para la fábrica de Borgo Panigale. El de Spielberg es un trazado que se adapta como un guante a las características de la Desmosedici tal y como demuestran las dos últimas victorias conseguidas aquí por Iannone (2016) y Dovizioso (2017); pero en Ducati no quieren pecar de confiados, especialmente después de comprobar el nivel de Márquez este año en pistas que tradicionalmente no han sido ventajosas para la Honda.
"Nuestros rivales han mejorado sus motores, sobre todo la Honda. Seguro que estarán más cerca que hace dos años", comentó Lorenzo respecto a la próxima cita de Austria. "En Sachsenring no lo conseguimos, la Honda fue superior. De las próximas pistas, Phillip Island es donde podemos tener más problemas, aunque espero que menos que en el pasado. Bajo circunstancias normales, creo que siempre podremos luchar con Marc, el nivel es similar, la diferencia la marca la diversidad de cada circuito", señala Jorge para destacar el nivel técnico que ha alcanzado su Ducati.
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Respecto a Marc, su próximo compañero de equipo en 2019, reconoce que este año "tiene más experiencia" y está siendo más calculador que nunca: "Ha entendido que en ciertas ocasiones es mejor conseguir puntos. Creo que hace cinco años, en un carrera como la de ayer [domingo en Brno], lo habría intentando en la última curva", explicó el piloto de Ducati.
Después de su segunda posición en Brno y de las dos victorias que logró en Mugello y Barcelona, Jorge se siente preparado para luchar por la victoria en todas las carreras que restan hasta llegar a Valencia. Sin embargo, el balear reconoce que "nunca estará al 100% con la Ducati" al haberse quedado sin tiempo para seguir adaptando la moto: "Me llevaría más tiempo conseguir una moto que me permita más velocidad en curva, y sólo me quedan nueve carreras. Tengo que sacar ventaja de la aceleración y la frenada, los puntos fuertes de nuestra moto".