Imagen: MotoGP
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La relación entre Maverick Viñales y su ingeniero de pista, Ramón Forcada, vive un momento complicado. El piloto del Movistar Yamaha MotoGP ha decidido cambiar parte de su equipo para "rendir al máximo" y, a partir de 2019, contará con los servicios de Esteban García, un técnico español que en estos momentos trabaja en el Red Bull KTM Factory Racing. Con él, Viñales conquistó su título mundial de Moto3 y quiere recuperar aquellas sensaciones. Aquel espíritu de equipo que ya no siente.
La situación se envenenó durante el Gran Premio de la República Checa. 'Mack' confirmó el cambio de jefe técnico, y el ingeniero catalán aseguró ante los micrófonos de Movistar MotoGP que solo tenía información sobre este movimiento gracias a Yamaha. Que el piloto no le había dicho "ni una palabra" sobre este asunto. Más tarde, la situación cobró más protagonismo todavía por una decisión de la fábrica de Iwata: Viñales no podía responder a preguntas relacionadas con este asunto tras la jornada de entrenamientos clasificatorios. Querían cortar el cruce de declaraciones.
El ambiente extraño que reina en el garaje queda perfectamente resumido en las palabras del propio Forcada: "Voy a intentar hacer la moto para ganar hasta la última carrera que esté con él, que no sé cuál será, porque tal y como van las cosas igual es esta. Intentaré hacer el trabajo normal, como siempre, como he hecho toda la vida, en esto no puede cambiar nada. A parte de que tampoco sé hacerlo de otra manera, habrá alguien que diga '¿ahora que ha salido ésto cómo vas a trabajar?', yo no sé hacerlo de otra manera, a trabajar igual que siempre".
Esta situación contrasta mucho con la forma de gestionar otra separación parecida. La de Valentino Rossi y Jeremy Burgess a finales de 2013. Es cierto que la relación de ambos era larga y se había caracterizado por muchos éxitos —7 títulos y 146 podios—, pero la gestión comunicativa fue mucho más fluida, a pesar de que fue una decisión inesperada para Burgess. Ambos ofrecieron una rueda de prensa conjunta para comentar sus puntos de vista.
"Fue más mi decisión. Hablamos ayer. Intenté explicarle que debo cambiar, que necesito algo diferente, un nuevo impulso y un poco más de motivación. Y decidimos hacerlo así", explicó el nueve veces campeón del mundo.
"Me pilló por sorpresa. No lo esperaba. También es cierto es que, cuando Valentino me invitó a ir a su motorhome, sabía que no era para darme un regalo de Navidad por adelantado. Pensaba continuar el próximo año, así que no tengo ningún plan para la temporada que viene", admitió el técnico australiano a continuación.
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Estas dos separaciones en el seno de Yamaha tienen algo muy sencillo en comun: la falta de resultados y la necesidad de encontrar una nueva motivación para el piloto. "En las últimas cuatro temporadas hemos intentado llegar adonde nunca hemos llegado. Y las cosas se hacen más difíciles. Estoy decepcionado, pero puedo entender las razones de este cambio. Solo la historia dirá si esta elección dará los resultados que se buscan", opinó Burgess, que no ha vuelto a trabajar en el Mundial de Motociclismo.
A diferencia de 'Jerry', Forcada tiene margen para buscar un nuevo equipo y podría recalar en el nuevo SIC Petronas Yamaha para ser técnico de Franco Morbidelli. Este fichaje sería bien visto por la marca de Iwata, consciente del conocimiento técnico del español, y por el propio Rossi, mentor de 'Morbido' en la VR46 Riders Academy.