 Por Cristian Ramón Marín @Crms74 | Google+ |
El motociclismo de competición piensa en el futuro. A partir del próximo año, el Mundial contará con una nueva categoría y, por primera vez, las motos eléctricas rugirán —valga la ironía— durante los Grandes Premios. La presencia de estos vehículos impulsados por energías alternativas es cada vez mayor en el mercado, pero los aficionados pueden estar tranquilos. Los motores de combustión seguirán siendo los protagonistas. De momento, al menos. Por ahora, la única opción que descartan dos fábricas de MotoGP es la del motor híbrido, un camino que ya transita la Fórmula 1.
Gigi Dall'Igna, director general de Ducati Corse, opinó al respecto durante el Gran Premio de la República Checa: "No sé si las motos eléctricas serán la única opción para el futuro, pero seguro que son una opción y tendremos que entender qué pasa en ese mundo. Seguiremos esta nueva categoría [MotoE] y esta nueva moto. No tengo una clara visión sobre la moto eléctrica para el futuro, y no sé cuándo llegarán al mercado. Creo que los motores híbridos son demasiado caros para este mundo, en este momento. No creo que este tipo de motor llegue a MotoGP".
Sebastian Risse, director técnico del Red Bull KTM Factory Racing, cree que la moto eléctrica se expandirá en el mercado a medida que avance la tecnología. Pero no se plantea una categoría reina eléctrica a corto o medio plazo: "Hablando sobre MotoGP... Creo que tendremos que discutirlo dentro de diez años, en función de lo que ocurra a nivel técnico".
Respecto a los motores híbridos, la posición del fabricante austriaco es muy clara: "Nosotros preferimos una moto eléctrica a una híbrida por la complejidad. Una de las cosas buenas que tiene una moto con respecto a un coche es que es más simple. Hay menos componentes y ese es un punto fuerte que nos gustaría mantener".
Teniendo en cuenta los argumentos ofrecidos por estos técnicos, es improbable que la organización del mundial de motociclismo opte por la presencia de motores híbridos en el campeonato. Además del componente nostálgico de la afición, hay que tener en cuenta que uno de los grandes objetivos de Dorna y la Federación Internacional de Motociclismo (FIM) es la reducción de costes para las marcas y, por extensión, para los equipos privados. En este sentido han aplicado gran cantidad de medidas, como la congelación en el desarrollo de motores durante la temporada, la electrónica común o las restricciones a la evolución aerodinámica.
