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 Redacción @todocircuitoweb | Google+ |
La regularidad que Valentino Rossi ha matenido esta temporada sumada a los tres podios que lleva en estas seis primeras carreras de 2018 han permitido al piloto de Tavullia alcanzar la segunda posición de la general tras la carrera de Mugello, "una de las más duras" que el #46 recuerda en los últimos tiempos por el intenso calor y por la lucha que ha tenido que mantener hasta el banderazo a cuadros para volver a subir al podio delante de la marea amarilla de Mugello.
A pesar de que Valentino salía hoy desde la pole en Italia, el piloto de 39 años no tenía muy claro cuál sería su rendimiento en carrera al tener que montar la especificación delantera más dura de Michelin para poder llegar con garantías a las últimas vueltas: "Para mí el neumático duro delantero no fue una elección, más bien una obligación para terminar la carrera. Pero la dirección seguía cerrándose, no podía forzar. La pole de ayer fue crucial para lograr este resultado", ha reconocido 'Vale'.
El italiano ha sufrido en varios puntos de la carrera, especialmente cuando Alex Rins le ha pasado y ha caído hasta la quinta plaza, una posición que le hacía estar "desesperado por el podio". Sin embargo, Rossi sabía que sus rivales sufrirían más por culpa de la goma delantera: "Me aferré a la esperanza, tanto Rins como Iannone y Petrucci montaron la goma blanda delante y esperaba que puediesen tener problemas, y así ocurrió".
Para Rossi, la caída de Marc Márquez en los primeros compases de la prueba le dejó claro al italiano que debía tener cuidado con el compuesto duro de su neumático delantero, el mismo que montaba el #93: "Al ver que Márquez se caía, me di cuenta de que tenía que ser todavía más cuidadoso. El estilo de Márquez es correr al ataque, esta vez el neumático no le ha perdonado".
Con seis grandes premios completados, Rossi es segundo en la general del campeonato. Suma 72 puntos, 23 menos que el líder Marc Márquez, una situación que el propio 'Vale' no se esperaba antes de llegar a Mugello: "Sinceramente, no pensaba que me pudiese encontrar en esta posición. Esto quiere decir que no hemos perdido nada en estas carreras, pero no hay que olvidar que mi mejor resultado este año es un tercer puesto. Si queremos luchar por el título tenemos que ser más rápidos, ahora no lo somos lo suficiente".
Aunque la situación ha mejorado levemente, Rossi no esconde los problemas que hay dentro del box de Yamaha, y de nuevo hace un llamamiento a la sede central de Iwata, en Japón, para que muevan ficha: "Hemos mejorado el equilibrio de la M1 y ahora podemos explotrar mejor sus cualidades cuando hay grip, como en el qualifying o cuando los neumáticos son nuevos. En la segunda parte de la carrera, sin embargo, sufrimos más que Honda y Ducati. Necesitamos que desde Japón nos echen una mano, nuestro problema es conocido y lo he explicado ya con claridad. Tenemos un trabajo largo y complicado por delante, pero Yamaha ya ha empezado".
En cualquier caso, Valentino no quiere ser derrotista, y cree que podrá pelear por ganar carreras a partir del mes de agosto, cuando Yamaha introduzca el primer paquete de actualizaciones en la YZR-M1 aprovechando el parón veraniego: "Seguiré intentándolo [ganar], te lo aseguro. En este momento, espero poder luchar por la victoria a partir de la segunda mitad de la temporada".
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El italiano se ha mostrado hoy muy respetuoso con Jorge Lorenzo, al que ha aplaudido en el podio y con el que ha bromeado durante la rueda de prensa posterior. Rossi cree que "es difícil sorprenderse cuando gana un piloto como Jorge. El proceso para adaptarse a la Ducati es díficil, lleva tiempo, porque es una moto muy diferente a la Yamaha que estaba acostumbrado a llevar. No es fácil para nadie hacerlo, pero ayer cuando analizaba las hojas de tiempos, entendí que hoy él podía ganar".
En Mugello se ha hecho oficial que Lorenzo y Ducati separarán sus caminos a partir del mes de diciembre. El mallorquín regresará a Yamaha con una moto oficial dentro de una estructura satélite, un regreso que, en opinión de Rossi, "tiene sus pros y sus contras". "Pilotos como él me dan motivación. El problema real es otro; en mi opinión es un error tener que cerrar los contratos tan pronto. Básicamente porque algunos pilotos se juegan su futuro en las tres primeras carreras, y eso no es justo. Lo sencillo sería empezar a hablar después de la primera mitad de la temporada, pero es imposible controlarlo", ha finalizado Valentino.
