 Redacción @todocircuitoweb | Google+ |
Por ahora, parece que el apellido Rea pasará a los libros de historia del motociclismo gracias a Jonathan, un norirlandés de 31 años que ha puesto patas arriba el Mundial de Superbike para ganar tres títulos de forma consecutiva y batir récords a ritmo de récord. Y la afición por las dos ruedas le llegó gracias a su padre, Johnny, quien vivió ciertos éxitos como road racer, incluyendo una victoria en la Montaña, pero "nunca tuvo una buena oportunidad" para competir fuera de su Irlanda natal, de acuerdo con el vigente campeón de WorldSBK.
"Mi padre tuvo sus lazos con el TT de la Isla de Man y siempre he respetado lo que hizo", admite el piloto del Kawasaki Racing Team a la revista On Track Off Road: "Era mi héroe cuando yo era un niño, y creo que a mi hijo Jake le pasa lo mismo conmigo ahora. Recuerdo echar a empujones a los mecánicos. Quería limpiar ruedas o hacer algo para ayudar".
El mejor piloto de WSBK en la última década reconoce que su padre siempre le hizo formar parte de aquella aventura en las carreras, donde conoció la sensación que produce una victoria. Y años después lamenta que no pudiera demostrar sus habilidades más allá de las pruebas irlandesas. "Creo que ha ganado 13 veces en Irlanda y Ulster, pero nunca tuvo la oportunidad de competir en condiciones fuera de Irlanda".
Jonathan guarda un profundo respeto a la Isla de Man, donde reside actualmente, y se siente afortunado por haber disfrutado del Mountain Course sin forzar los peligros que guardan los bordillos y los muros de las casas: "Tuve la suerte de dar una vuelta cerrada y fue genial. Antes de empezar, le pregunté a Mily Quayle quién salía con nosotros y cómo de rápido iríamos. Me dijo que iría tan rápido como para que me siguiera viéndome por sus espejos. Eso era perfecto. Le seguí y fue una vuelta relativamente rápida, pero entendí todo mucho mejor, definitivamente".
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A pesar de su estatus de piloto internacional, Rea es consciente de que el Tourist Trophy representa la esencia más pura del motociclismo. "He hablado con algunas personas sobre el TT y puedo entenderlo completamente. Cerrar una carretera y competir es lo mejor del mundo, pero no es para mí. Hay muchos pilotos privados y amateur compitiendo, y esa es la razón por la que las road races son diferentes. Tienes a los oficiales, con sus recursos, y al girar la curva hay un tío trabajando desde su furgoneta sin presupuesto. Tener eso todavía está muy bien", reconoce.
