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Buenas noticias: Shane Byrne ha confirmado que no sufre ningún tipo de parálisis tras su caída de la semana pasada. El jueves 17 de mayo acudió al circuito de Snetterton para celebrar un test del British Superbike y, en la tercera vuelta, sufrió un aparatoso accidente en el que se golpeó la espalda y, tras permanecer inconsciente durante varios segundos, fue atendido por el equipo médico, que decidió trasladarle hasta el hospital de Norfolk and Norwich.
Una vez allí, le detectaron varias lesiones de espalda y cuello que incluso sorprendieron al doctor porque no le habían provocado ningún tipo de parálisis. Para reducirlas, se sometió a una operación en la que, de nuevo, existía riesgo de provoocar una parálisis. Pero "ha ido bien", según reconoce el propio 'Shakey' en su cuenta de Twitter.
La lista de lesiones confirmadas por el hexacampeón del BSB asusta: "Contusión en ambos pulmones, todas las costillas fracturadas, cuatro vértebras rotas, dos fracturas en el cuello, esternón roto, clavícula fracturada y otras múltiples lesiones en la espalda". No se ha pronunciado sobre los plazos de recuperación, que serán muy extensos con toda seguridad.
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"Ahora estoy bastante dolorido y vencido, pero una rehabilitación siempre empieza en cuanto acaba la caída. Hay un largo camino por delante pero, por una vez, he conseguido una gran salida y no puedo agradecer lo suficiente todo el apoyo durante estos tiempos difíciles. Hay tanta gente a la que agradecer, como los comisarios, médicos, miembros del equipo, amigos, fans y familia, que no sé por dónde empezar, realmente", escribió el británico.
La mención especial fue para su mujer, Petra Byrne, quien confesó que apenas ha dormido durante los últimos días. "Es mi mundo, mi todo, y nunca deja de estar a mi lado mientras cuida a nuestros hijos. Ha sido una madre para ellos y ha ido detrás de mí como pollo sin cabeza".