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La última vez que un piloto de Yamaha hizo sonar el himno fue en Assen 2017. Valentino Rossi se impuso en uno de sus circuitos fetiche para rubricar un triunfo que marcaría el inicio de una etapa dura para los de Iwata, cuya sequía de victorias asciende ya a 13 carreras. No cumplían un registro así desde el final de la temporada 2003, cuando se les había escapado la primera posición durante 18 pruebas consecutivas.
A lo largo de los últimos meses, tanto Maverick Viñales como Valentino Rossi han sufrido mucho con el chasis y la electrónica del prototipo japonés. En situaciones de poco grip (Jerez, Barcelona o carreras con lluvia), la falta de adherencia en el neumático trasero hizo que el patinaje de la rueda trasera se convirtiera en un problema casi desesperante para ellos. La situación parece muy clara en el box patrocinado por Movistar: cuando encuentran agarre, son imbatibles. Cuando la situación se complica, encuentran dificultades insalvables. Es una relación de amor-odio con el grip.
De acuerdo con Valentino Rossi, para este nuevo curso han mejorado el rendimiento de la moto y Maverick Viñales se muestra muy positivo después de regresar al podio en Austin. El inicio ha sido mucho más difícil que hace un año —el español ganó las dos primeras carreras—, pero están consiguiendo mejores resultados que en el último tramo de la temporada pasada, cuando Johann Zarco se convirtió en el referente del fabricante nipón. De hecho, el bicampeón de Moto2 peleó por ganar en Valencia y sigue demostrando una gran solidez, puntuando en los 20 últimos Grandes Premios que se han celebrado hasta la fecha.
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Ahora llega el Gran Premio de España y destaca un dato: ningún empleado de Yamaha subió al podio en la última edición de la cita jerezana, algo que no ocurría desde la temporada 2006. Sin saberlo, la prueba andaluza les reveló esa carencia de tracción que arrastraron durante todo el año. Ahora, con un nuevo asfalto y un equipo más consciente de las limitaciones, la situación podría ser muy distinta.
Aquella mala racha que Yamaha sufrió hace 15 años llegó a su fin porque un tal Valentino Rossi decidió apostar por la marca de los tres diapasones y demostrar que las victorias llegaban por un combinación de talento y técnica, no solo por las efectividad de la todopoderosa Honda RC211V. Si 'The Doctor' resolverá el asunto de nuevo... Es una incógnita que, desde luego, Maverick Viñales y Johann Zarco quieren resolver a su favor.
Fuente: MotoGP Statistics