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Max Biaggi se pasará a las cuatro ruedas para disputar la prueba con la que la Fórmula E abre la temporada 2018. El piloto italiano aprovechará el paso de este campeonato por su localidad natal, Roma, para debutar en esta competición avalada por la Federación Internacional de Automovilismo (FIA).
Por ahora, 'El Corsario' ha entrenado con un simulador del Venturi Formula E Team y la experiencia le ha provocado "una sensación sugerente". "El par motor es impresionante", reconoció a La Gazzetta dello Sport, antes de explicar que en ese entrenamiento previo ha podido comprobar lo interesante que es el circuito: en el trazado de hay dos curvas que se afrontan a más de 250 km/h. "Será una buena experiencia rodar en mi ciudad natal", admitió.
El diario italiano deja caer la posibilidad de un futuro para Biaggi sobre cuatro ruedas, pero el mítico #3 rehusó contestar a la pregunta: "Por ahora, vamos a disfrutar del momento". No es la primera vez que Biaggi se pone a los mandos de un monoplaza: en 1999 tuvo la oportunidad de conducir un Ferrari F300 y, de acuerdo con La Gazzetta dello Sport, sorprendió con su capacidad de adaptarse al prototipo de la Fórmula 1.
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Otros pilotos de motociclismo que han tenido la oportunidad de probar un monoplaza que compita a nivel mundial son Valentino Rossi —que incluso se planteó su salto a la F1, según su Graziano Rossi— y Jorge Lorenzo, que probó el Mercedes W05 con el que Nico Rosberg se adjudicó el título de 2014.
Biaggi siempre ha mantenido una gran relación con el español y les une cierto talento para manejar un volante. El #99 llevó a cabo un test con el apoyo de Monster Energy y sus tiempos sobre el asfalto de Silverstone sorprendieron incluso a los técnicos de la marca alemana. El pentacampeón del mundo rodó un segundo más rápido que el propio Rosberg, aunque las condiciones de pista que disfrutó el mallorquín eran mucho más favorables.