 Por Cristian Ramón Marín @Crms74 | Google+ |
Pilotar una MotoGP sin ayudas electrónicas es, hoy por hoy, una utopía. Los prototipos de la categoría reina desarrollan más de 250 cv, una cifra imposible de domar si no se cuenta con un sistema que limite la potencia en determinadas situaciones. No es solo una cuestión de seguridad: es difícil que el grip de los neumáticos, por muy buenos que sean, soporte la fuerza bruta que es capaz de aplicar uno de estos motores. Y menos cuando están a 64º de inclinación. Por eso, existen varios sistemas que ayudan a ir más rápido y mantienen al piloto sobre la moto, pero uno de los más importantes, por el amplio rango de uso que tiene, es el control de tracción. Aquí tienes tres claves que te permitirán entender en qué consiste.
#1 ¿Qué es y para qué sirve?
El control de tracción es un sistema electrónico por el que la ECU (centralita) de la moto tiene la capacidad de limitar la potencia que llega a la rueda trasera cuando esta supera ciertos límites marcados por los ingenieros. Se utiliza para dos razones fundamentales: para conseguir una mayor seguridad (el control actúa si se va a producir una caída por superar los parámetros establecidos) y para que el piloto pueda ir más rápido (si la goma trasera patina, el sistema limita la potencia para conseguir una mejor tracción).
#2 Funcionamiento básico
Gracias a una serie de sensores colocados en la moto, la centralita recibe información que debe interpretar. Una vez lo hace, decide si activa el control de tracción o no.
¿De qué información estamos hablando? Hoy en día, todo se basa en la fuerza que llega al tren posterior. Los ingenieros estiman cuál es el límite que no se puede superar para que la moto siga teniendo una tracción óptima en diversas situaciones: con la moto en el ángulo máximo de inclinación, en plena recta, a la salida de una determinada curva, etc.
Si el sensor dececta que ese límite se supera, la centralita corta potencia. Y puede hacerlo de varias formas: abrir menos las mariposas de admisión, retransando o eliminando la chispa de encendido en los cilindros... Cada una de ellas tiene sus pros y sus contras. Haz click aquí si quieres aprender más sobre el control de tracción.
#3 Diferentes estilos según el piloto
Dependiendo del estilo de pilotaje de cada corredor, el control de tracción se debe configurar de una forma distinta. A algunos pilotos, como Héctor Barberá o Jorge Lorenzo, les gusta notar la presencia de esa ayuda porque les otorga más confianza a la hora de pilotar. Y ya se sabe: la confianza es clave para ir rápido sobre una MotoGP.
Otros pilotos, en cambio, prefieren que sea un salvavidas en caso de error; y también los hay que prefieren controlar el gas tanto como sea posible (Casey Stoner es el gran ejemplo). Algunos incluso han desarrollado su propio control de tracción particular. El propio Stoner ya utilizaba el freno trasero como forma de mantenerse en el límite sin que el sistema cortara potencia y, hoy en día, hay pilotos como Andrea Dovizioso que siguen empleando este estilo de pilotaje, aunque el italiano lo hace desde un gatillo situado en la maneta izquierda de su Ducati Desmosedici (conocer más).
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