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La temporada 2017 será recordada en Yamaha como el 'annus horribilis' de los chasis. Todo comenzó a pedir de boca para su nuevo piloto, Maverick Viñales, que después de arrasar en los test de pretemporada, ganó de forma contundente las dos primeras carreras, sumando otro triunfo en Le Mans y un segundo puesto en Mugello.
Al otro lado del box, a Valentino Rossi tampoco le fueron mal las cosas en el arranque de temporada. Si bien en los test no estuvo en las posiciones de cabeza, el italiano se mantuvo en el podio durante las tres primeras carreras. Pero antes de llegar a Assen, el #46 le pidió a Yamaha una nueva evolución del chasis para tratar de eliminar los problemas que venía sufriendo en el tren trasero, el gran punto débil del chasis 2016 (del cual Yamaha usó una evolución durante la primera parte de la temporada 2017).
A raíz de ese cambio de chasis, todo fueron problemas para Yamaha, especialmente en el box de Maverick Viñales, que no volvió a ganar ninguna carrera más. El español no ocultó su malestar a la prensa, y en más de una ocasión dejó caer que Yamaha "debería de dejar de cambiar de chasis" si la fábrica de Iwata quería tener alguna oportunidad de luchar por el título esa temporada.
Ahora, casi un año después, el team manager del equipo Movistar Yamaha, Massimo Meregalli, ha reconocido al portal Autorsport.com que la fábrica de Iwata valora más los comentarios de Valentino Rossi que los de Maverick Viñales a la hora de evolucionar la moto, argumentando la mayor experiencia del piloto de Tavullia, que acumula 16 temporadas en MotoGP (y dos más en 500 cc) frente a los tres años que Viñales lleva subido a una MotoGP.
"Las indicaciones de Valentino tienen más importancia que las de Maverick, es algo normal", comenta el máximo responsable del equipo Yamaha a la hora de hablar del desarrollo de la YZR-M1. "Rossi tiene 39 años y Viñales 23. Maverick todavía tiene que aprender de eso y sacar provecho".
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En cualquier caso, Meregalli cree que el hecho de valorar más las conclusiones de Valentino no influye en el rendimiento que Viñales pueda sacar de la Yamaha YZR-M1, sobre todo si consiguen desarrollar una buena base antes de que la temporada arranque en Losail dentro de un mes: "También es cierto que cada piloto tiene un estilo de pilotaje particular y necesita algunas cosas de forma específica, pero nuestra moto sólo se puede pilotar de un modo y si la base es buena, ambos estarán contentos".
Tras probar el chasis 2018 en Sepang -desarrollado sobre la base de 2016-, Maverick Viñales y Valentino Rossi seguirán adaptándose a la moto de este año en el próximo test que acogerá el Circuito de Buriram, en Tailandia, a partir del 16 de febrero.