 Redacción @todocircuitoweb | Google+ |
Nuevo dolor de cabeza para Valentino Rossi en este arranque de año. Si hace unos días los tribunales rechazaban la demanda de varios vecinos por los ruidos y la suciedad que genera su Rancho, ahora son los antiguos guardeses de la casa que el piloto italiano tiene en Tavullia los que le han demandado por una suma de 114.000 euros en concepto de horas extra no pagadas y de indemnización por despido.
Todo se remonta a la víspera de Navidad de 2016, cuando el matrimonio moldavo formado por Victor Untu y Jigan Zinaida, de 62 y 60 años, fueron despedidos como guardeses de una casa que Graziano Rossi y su hijo Valentino tienen en Tavullia.
La vivienda, una casa con piscina, nueve dormitorios, amplio garaje y 20.000 metros cuadrados de finca, era propiedad de la empresa Domus Mea, cuyo representante legal es Graziano Rossi. A finales de 2016, la empresa se disolvió y la casa se puso en venta, lo que motivó el despido de los dos guardeses que se encargaban de su mantenimiento. Tras la disolución de la empresa, y a la espera de un nuevo comprador, la vivienda pasó a ser propiedad del propio Valentino.
Ahora, un año después, Victor Untu y Jigan Zinaida reclaman una suma de 114.000 euros en concepto de horas extra no pagadas (89.000 euros) más otros 25.000 euros como indemnización por despido. Los cálculos se han realizado en base al sueldo que ambos tenían cuando trabajaban para Domus Mea: 2.600 euros para el hombre y 1.600 euros para la mujer.
Dado que en 2011 la pareja ya recibió 10.000 euros como compensación por las horas extra no pagadas desde 2006, la demanda judicial se centra únicamente en el periodo de 2012 hasta diciembre de 2016.
De acuerdo a la información publicada por Il Resto del Carlino, el abogado de la pareja, Mario Del Prete, quiere llevar a Valentino Rossi ante el juez "para que confirme que en 2006 le dijo al señor Untu que hiciese todo el trabajo necesario para el buen mantenimiento y la conservación del complejo como si fuese su casa. Pedimos al juez que condene de forma conjunta a los Rossi, padre e hijo, a pagar esta deuda con mis clientes, despedidos de forma traumática el 24 y el 27 de diciembre de 2016".
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Por su parte, los abogados de Valentino Rossi niegan que el piloto de Yamaha hubiese hablado con los guardeses en 2006 para decirles qué trabajos debían realizan en la finca, y aseguran disponer de varias facturas de empresas externas por trabajos realizados en la finca y en la piscina durante todos estos años que ponen en duda las supuestas horas extras reclamadas por el matrimonio, que sólo debía encargarse de la vivienda según los abogados de la defensa.
El próximo 12 de enero se celebrará una vista ante el juez Maurizio Paganelli para tratar de resolver esta disputa.
