 Por Cristian Ramón Marín @Crms74 | Google+ |
Lucas Mahias se proclamó campeón del mundo de Supersport en Losail tras conseguir a una victoria en la última cita del Mundial de Superbikes 2017, un campeonato marcado su regularidad y por las dificultades afrontadas por el pentacampeón Kenan Sofuoglu, que lo intentó hasta la última vuelta del curso a pesar de que disputaba la prueba convaleciente de su lesión de cadera. Aunque el turco buscó la presión sobre Mahias y acabó tercero, el francés tiró de orgullo y plantó cara a Jules Cluzel (2º) que tuvo una gran oportunidad de adjudicarse su primer triunfo del año y no fue capaz de imponerse a su compatriota.
Estas fueron las claves de la prueba celebrada en Losail:
Niki Tuuli fue el gran protagonista de la salida, pero Lucas Mahias aguantó el tirón a pesar de que se jugaba el título. Jules Cluzel buscaba su primer triunfo del año. El francés también se jugaba el subcampeonato por los problemas que estaba sufriendo Kenan Sofuoglu, que rodaba octavo.
Mahias tomó la iniciativa y se colocó primero. Se formó un grupo en el que estaban el candidato al título, Caricasulo y Cluzel. Se fueron separando y lo más destacado en los siguientes giros fueron los problemas técnicos de la MV Agusta de PJ Jacobsen.
Sofuoglu fue recuperando posiciones poco a poco mientras batía el récord de la pista. Cruzó la meta en tercera posición, justo por detrás de Jules Cluzel (2º) y de Lucas Mahias (1º), que se proclamó campeón del mundo de Supersport. Es el primer gran logro para el piloto francés, que entra en la élite del motociclismo mundial por una de las puertas grandes.
Sofuoglu había buscado la heoricidad, pero la tercera plaza era insuficiente —hiciera lo que hiciera Mahias— para adjudicarse su sexta corona mundialista. Tras un año aciago por las lesiones (también se perdió el inicio de la temporada a causa de una fractura en el brazo), el turco tiene tiempo para descansar, reponerse de la triple fractura de cadera sufrida en Magny-Cours y asaltar el título en 2018.
Este peculiar duelo terminó con un abrazo de ambos antes de que Mahias se vistiera con la decoración especial por su título y se dirigiera hacia el parque cerrado para celebrar, desde lo más alto del podio, su primer campeonato del mundo.
