 Por Cristian Ramón Marín @Crms74 | Google+ |
Marc Márquez afronta las cuatro últimas citas de la temporada con 16 puntos de ventaja sobre Andrea Dovizioso, su principal oponente en la batalla por el título. El tercero en discordia es Maverick Viñales, cuya desventaja respecto al líder de la general es de 28 puntos. Aunque la situación para el de Honda es más favorable que antes del #AragónGP, todo sigue abierto. Incluso Rossi y Pedrosa mantienen sus opciones matemáticas.
Cuando le piden analizar cuál es su punto fuerte como candidato al título, el de Cervera lo tiene claro: "Quizás, yo siempre intento estar ahí esté la pista mojada o seca, haya problemas o no. De momento voy consiguiendo estar entre los tres, cuatro o cinco primeros". Lo ha repetido en numerosas ocasiones durante los últimos meses.
Tampoco hay dudas sobre las fortalezas de sus dos principales rivales: "Dovi nunca se pone nervioso, siempre está tranquilo y es fiel a su estilo; Maverick tiene la explosividad y la velocidad".
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Si quiere llegar a Valencia con opciones, Viñales está obligado a mejorar el rendimiento de las últimas carreras. No gana desde Le Mans y en las últimas cuatro pruebas solo ha conseguido un podio (Silverstone). Su gran problema es la tracción, sobre todo en situaciones de lluvia. Estar preparado para competir sobre agua en el triplete asiático, donde es bastante habitual encontrarse con inclemencias meteorológicas, es clave para competir por su primera corona de MotoGP.
Dovizioso, por su parte, insiste en que no se pueden adelantar los acontecimientos. Cada Gran Premio es distinto en 2017 y la situación cambia radicalmente de un momento a otro. Ducati ha demostrado que es mucho más regular que en temporadas anteriores y, en la casa de Borgo Panigale, será clave encontrar el set-up adecuado para cada circuito lo antes posible. La falta de una buena configuración fue, casi con toda seguridad, el gran problema de 'DesmoDovi' en MotorLand.
Márquez empezó el año con dificultades, pero el trabajo hecho durante las vacaciones de verano le ha convertido en la referencia de uno de los campeonatos más reñidos de la historia. Quedan cuatro carreras, cuatro finales, y tres pilotos muy distintos pelean por un mismo objetivo: acudir a la gala del 12 de noviembre en Valencia y poner una placa con su nombre en el trofeo de campeones.
