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Dani Fernández, de Nürburgring a campeón del CIV 2017 en tiempo récord

Publicado el 19/09/2017 en Campeonatos nacionales

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Redacción 
@todocircuitoweb | Google+

La mayoría de motoristas que hemos rodado alguna vez en circuito hemos tenido un sueño: ser piloto de carreras. Lamentablemente, en el 95% de las ocasiones, las cargas familiares, el trabajo o la economía hacen que nos tengamos que limitar a disfrutar de alguna jornadas de tandas libres en compañía de nuestros amigos, dejando aparcado ese deseo de encontrar nuestros límites y de medirnos en pista a otros rivales en una carrera.

Por fortuna, existe un 5% de motoristas que, gracias a su tesón, su talento y su búsqueda incansable de patrocinadores, logran convertirse en pilotos. No hablamos de llegar al mundial ni mucho menos: en España hay cientos de pilotos que pueblan las parrillas de campeonatos regionales y nacionales, gente que se baja de la moto el domingo y que tiene madrugar el lunes para poder llegar a tiempo a su trabajo.

Dentro del nutrido grupo de pilotos amateurs y semi-profesionales que hay en España, hay muy pocos chavales que sean capaces de convertirse en campeones en su primer año. Y Dani Fernández, un mecánico de aviones de 24 años que aspira a pilotar vuelos comerciales en el futuro, puede presumir de ello. 

Este madrileño ha logrado algo prácticamente impensable: ganar la Copa Extreme Open 1000 del Campeonato Interautonómico de Velocidad (CIV) en su primer año como piloto, logrando cuatro victorias consecutivas. Además, también ocupa la primera posición en la Copa Extreme del Manchego de Velocidad a falta de dos carreras, un título que también se ha marcado como objetivo.

Que nadie piense que Dani empezó en esto de las motos con 4 ó 5 años como muchos chavales. Hasta los 17 no tuvo su primera moto grande, una Aprilia RS125, y no fue hasta que cumplió 20 años cuando se aficionó a los circuitos de velocidad, primero con una Suzuki SV 650S, después con una Yamaha R6 -con la que rodó en el Infierno Verde de Nurburgring- y por último con su flamante Yamaha R1 2016, una moto con la que ya era capaz de rodar en tiempos de carrera con carenados de serie, simplemente quitándole los retrovisores.

Lo mejor será que el propio Dani nos cuente su historia.

Todocircuito: Dani, para situarnos, ¿cómo fueron tus inicios en circuito? Es decir, ¿con qué moto empezaste a rodar en circuito y por qué te animaste a dejar la carretera?

Daniel Fernández: Pues la primera vez fue con 17 años y mi Aprilia Rs 125. Fui al circuito de Cartagena acompañado por un amigo, piloto (Dani90) y mis padres. La verdad es que no fui muy consciente de dónde iba y mi cabeza aún no pensaba en circuitos. Me caí en la tercera tanda por ir con ruedas de calle y sin haber modificado las presiones de las ruedas. Después de eso, lo dejé un poco de lado, la verdad es que no me enganchó mucho.
 
Fue con casi 20 años, cuando me compré mi SV650S, cuando de verdad entré a circuito siendo consciente de dónde me metía, de la utilidad de los circuitos, y con la que de verdad me picó el gusanillo y cogí el hábito (o el vicio) de rodar mis 4-5 veces al año. Pese a todo, no me he quitado las ganas de calle, de hecho a día de hoy tengo una KTM 690 para usar por calle y no me habría planteado las carreras de no haber tenido moto para carretera. Para mi es vital tener moto para irme de ruta a despejarme, a dar una vuelta por Madrid o ir al trabajo evitando atascos. 

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TC: Además de rodar en España, estuviste en Nürburgring hace un par de años con tu moto, ¿cómo fue la experiencia? ¿Qué consejos le darías a un motero que quiera subir allí a cumplir su sueño de rodar en el Infierno Verde?

Dani29: Ha sido a día de hoy lo más bestia que he hecho con una moto y, la verdad, sigo con el proyecto en mente de subir con la R1 a hacer un “Under 8”. Lógicamente depende del futuro en la competición, ya que para subir allí la moto tiene que estar en estado legal para circular por la calle y si sigo compitiendo, tendré que seguir posponiéndolo. Pero a nivel de reto personal, adrenalina, con ese punto de “aventura”, ha sido una de mis mejores experiencias sobre una moto. Además me subí sólo, con la moto y la furgoneta, así que no tenía “conciencias” diciéndome “ten cuidado”, o “esto es peligroso”, lo disfruté muchísimo. 

Consejos, el primero, que de verdad desees ir y rodar allí. Aquello puede ser un calvario si las cosas salen mal y el riesgo es alto así que tiene que haber un deseo muy fuerte detrás. En mi primera vuelta allí, pisé un derrame de aceite en “Brünnchen” que casi me tira al suelo, y eso que iba despacio porque había un marshall avisando del peligro. A lo largo de los días, cerraron varias veces el circuito por derrames de aceite o accidentes. A mi sin duda me compensaba, era parte del juego, pero porque tachar de la lista de deseos el rodar en el Nordschleife era algo vital para mi. 

Luego, como consejos más útiles una vez allí: Que es mejor coger muchas vueltas y tomárselo con calma, que coger pocas y querer ir rápido de primeras, pues allí los propios autóctonos reconocen que lo más vital es conocérselo y dar vueltas. También que tengan en cuenta que ruedan con coches, algunos rapidísimos, y no se puede perder la concentración ni un segundo. Eso, y que al mas mínimo atisbo de agua, al tran-tran a acabar la vuelta y al hotel, pues en agua ha sido el lugar con menos grip que he pisado nunca. 

TC: El año pasado apostaste por la nueva Yamaha R1, ¿por qué esta moto y no una de sus rivales como la ZX10R o la S1000RR? ¿La compraste pensando ya en correr con ella?

Dani29: La verdad es que no me la compré pensando en competir, y la decisión fue puramente pasional. Dudé entre la RVS4 y la R1 pero cuando escuché en el taller de Hospitality Motobox a una R1 con línea Akra se me despejaron las dudas. La idea era usarla como moto de calle y hacer mis 5 rodadas al año y así fue el primer año que pasé con ella. No me planteé ninguna otra porque para mi las prestaciones, llegados a estos niveles, eran totalmente secundarias. De hecho, cuando pagué la señal por la R1, tuve 5 minutos de “arrepentimiento” donde pensé que igual me había precipitado, ya que venía de haber tenido la R6R poco más de año y medio, al igual que pasó con la SV. Todo fue muy rápido aunque en verdad, fue una decisión muy meditada. 

Y la verdad es que a día de hoy no me arrepiento, todo lo contrario, pues ha sido una moto que me llenaba mucho por la calle y que, en competición, no me plantearía cambiar por otra aunque no me costase ni un euro hacer el cambio. Nos entendemos muy bien y disfruto mucho de las virtudes y peculiaridades de esta R1. 

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TC: ¿Cuándo se produjo el 'click' en tu cabeza para convertirte en piloto y dejar a un lado las tandas libres?

Dani29: Este mismo invierno. Por Septiembre del año pasado hice una rodada en Motorland con TMSR, marcando 2.02.5 con las suspensiones de serie. Luis, el organizador, ya me hizo algún comentario referente a la competición. Un mes después rodé en Cheste con ese mismo organizador, marcando 1.43 habiendo aún alguna humedad en algún tramo de la pista de la lluvia de la mañana. Y tuvimos una conversación en el pitlane. Me dijo que yo ya estaba alcanzando niveles altos para tandas libres y que, si quería progresar, mi futuro era buscarme alguna competición. 

Esto me hizo ponerme a mirar un poco qué competiciones había y a hablar con mis amigos sobre el tema. Ellos me animaron aún más y tras una conversación con Sergio de Hospitality, en la que me comentó un poco cómo funcionaba el tema, decidí dedicar el año 2017 a competir en lugar de a rodar tanda libres. Para mi era un proyectazo y un “berenjenal”, porque yo rodaba con mi moto de calle, sólo quitando espejos y matrícula… y no te creas, que creo que lo que más me costó fue pensar en todos los cambios que había que hacerle a la moto, sabiendo que iba a ser excluyente de usarla por calle. 

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TC: Entre los muchos campeonatos que tenemos en España, has apostado por el Manchego y el Campeonato Interprovincial de Velocidad (CIV). ¿Por qué?

Dani29: Bueno, la decisión… fue fácil, sinceramente. Puse todas las competiciones sobre la mesa. Copa Promo, Open Easyrace, territoriales (Manchego, Zona norte…), CIV y CEV. Lógicamente el CEV se iba de madre a todas luces, por nivel, experiencia y presupuesto y fue el primero en ser descartado. La copa promo me gustaba como formato pero yo tenía claro que lo que más ilusión me hacía era rodar con bestias pardas, con esos pilotos que venía la gente a cuchichearte al box en las rodadas “Oye tio, ese es Raúl García”. Quien dice Raúl García, dice Barragán, Unai Fernández, Ponsson, o cualquier piloto con un nivel digno de admirar y un nombre dentro de los circuitos.

Así que me quedaban territoriales y CIV. Pero cuando vi que la mayor parte de las carreras coincidían y eran puntuables para los dos… dije… “qué carajo, ya metidos en faena, por dos carreras más o dos menos… hago los dos”. Y por eso me decidí por hacer el CIV, como primera opción, y el Manchego, como segunda, siendo el territorial que llevaba desde siempre escuchando y al que le atribuía cierta fama e importancia. 

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TC: Llega la primera carrera en Albacete (2 de abril), tu debut, y te marcas la  pole en tu categoría (1'37.041) y sales tercero en la general. ¿Qué sientes en ese momento?

Rey29: Lo cierto es que no era muy consciente de lo que había hecho, porque no conocía a nadie y casi todos los nombres me sonaban a chino, además de que ese fin de semana yo tuve que estar volviendo a Madrid para trabajar después de los entrenamientos y los cronos y no me daba mucho tiempo a pensar. Fue por la noche el sábado cuando empecé a darme cuenta de lo que había logrado sin saberlo y delante de quiénes me había puesto, pero porque la gente me escribía mensajes al whatsapp o facebook dándome la enhorabuena. Yo fui con una visión de las carreras muy humilde y ni de lejos me planteaba pelear por ganar un campeonato, así que me fijé poco o nada en mis rivales, sólo me centraba en mi, en disfrutar y dar el 100% que era la única forma de irme satisfecho a casa. Probablemente eso me hizo gozar de clasificar en primera línea menos de lo que lo haría ahora, que soy más consciente de lo que significa eso. 

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TC: Sin embargo, al día siguiente, no tuviste la misma suerte en tu primera carrera... ¿qué pasó?

Rey29: Bueno, yo a primera hora de la mañana hablé con mi hermana, que es por así decirlo mi “Team Manager”. Ella se había encargado de recopilar los nombres de los rivales de mi categoría y estábamos hablando sobre el tema. Yo me empecé a poner nervioso y le dije textualmente “Oye, vamos a hacer una cosa… nos olvidamos de rivales de copa y de no copa. Ayer estaba muy tranquilo no sabiendo quien es quien. Quiero salir y disfrutar. No quiero pensar en nada más”.

Y esto fue probablemente la primera decisión (que no considero negativa ni mucho menos) que me mandaría al suelo en la carrera. Cuando se apagó el semáforo, salí como un tiro. Adelanté a Erik Morillas y me acerqué muchísimo a Raúl García. Me puse segundo de la general y pasé por meta en esa misma posición. 

En la siguiente vuelta, Erik, que era de los poquitos que yo conocía de haber oído hablar sobre él, me adelantó y le devolví el adelantamiento. Volví a pasar por meta segundo y me adelantó de nuevo a final de recta. 

Yo, sinceramente, me estaba sintiendo como nunca me había sentido en la moto. Para mi, el concepto de carrera era ese. Pelea, adelantamientos, tensión, pero es que encima me estaba peleando… ¡¡Con Erik Morillas!! ¡¡En mi primera carrera!! No fui consciente de que estaba bajando mis tiempos (1.36.2) y de que me tiré todo el fin de semana arrastrando el protector de carbono del Akrapovic (la línea completa no roza, pero el silenciador + supresor que llevo yo, sí) hasta que al empezar la vuelta 5, me tiré a la primera curva de Albacete, tocó el escape en el suelo y se me fue la rueda trasera antes siquiera de coger el gas. 

Fue un palo enorme pero la sonrisa de esas 4 vueltas y pico, y el haberme ido con la sensación de haber dado lo mejor de mí… sin duda volvería a repetirlo a pesar del feo final que tuvo. Esa carrera me aportó una confianza en mí mismo que ha sido vital para el resto del año.

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TC: En la cita jerezana del CIV (9 de abril) acabaste fuera de los puntos lastrado por un fallo mecánico. Y un mes después, en Albacete, ese mismo fallo te obligó a abandonar. ¿Cómo estabas de ánimo? ¿Te planteaste dejar las carreras después de los tres ceros iniciales?

Rey29: El abandono del segundo Albacete fue sin duda el palo más gordo. Volvía a salir desde la pole de la copa. Salí muy bien en carrera. Gané posiciones y tenía unas ruedas buenísimas delante para coger buen ritmo de carrera, y a los rivales directos bastante atrás… Cuando surgió el mismo problema de Jerez no podía creérmelo, levanté la mano, me aparté para no ocasionar perjuicio a los demás pilotos y me dirigí a boxes. Cuando llegué al box sólo me salió llorar como un niño dentro del casco. Un problema que creía subsanado me había arruinado el Albacete en el que pensaba redimirme después de aquel debut fallido. Pero si algo me representa es el coraje y el carácter. Y a los 10 minutos, estaba en la puerta del box agradeciendo a varias personas que habían ido hasta allí para animarme y riéndome con ellos. Al final, la filosofía de no pensar en el campeonato seguía intacta y el dolor de haber echado por tierra otra carrera se iba al pensar que aún me quedaban unas cuantas por delante. 

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TC: En Jerez (junio) cambió tu suerte y lograste puntuar en el Manchego. Después llegaron cuatro victorias consecutivas en el CIV (Catalunya, Navarra, Motorland y Valencia) y hoy puedes presumir de ser el campeón de la Copa Extreme Open 1000 interautonómica en tu primer año como piloto, doblando en puntos al segundo clasificado ¿Cómo se explica esto?

Rey29: La verdad es que el Jerez de Junio conseguí 10 puntos pero fue aún un episodio de la mala suerte que arrastraba. Fui toda la carrera peleándome por el primer puesto y a falta de 2 vueltas, un shimmie muy brusco me separó las pastillas de freno y cuando llegué a DrySac y cogí la maneta… no había frenos, así que me hice un recto de campeonato y volví a pista lo más rápido que pude, acabando sexto si mal no recuerdo.

Fue Montmeló el punto de inflexión real. Un circuito desconocido en el que no llevaba nada de presión y menos después de todos los ceros que llevaba en mi haber…. jajaja!! La verdad es que el circuito me encantó y, aunque en los cronos no saqué un tiempazo (clasifiqué 14 de la general y tercero de mi categoría) en carrera me vine arriba, adelanté a 8 pilotos en la salida, acabé 9º de la general y primero de la copa, el circuito me encantó y me divertí una barbaridad. Y esa fue mi primera carrera sin problemas, en la que disfrute de principio a fin, así que fue una inyección de moral enorme y por fin la primera recompensa al esfuerzo realizado. 

La siguiente carrera en Navarra fue otra odisea pero con final feliz. Me caí a 270 en la curva 1 el jueves en los primeros libres, en la segunda tanda que hacía siendo un circuito nuevo para mí. Mi moto quedó para el arrastre y me volví a Madrid pensando que el año se habría terminado. Unos amigos murcianos decidieron pegarse la paliza para ponerme una moto prestada para poder correr el sábado y domingo. Ganamos la carrera. Conseguí arreglar la moto para Motorland que era la siguiente… En fin, nuestra racha estaba claro que había cambiado. Eso, y que me rodeo de grandes personas que me han demostrado la parte realmente bonita de la competición. Ha habido muchísima gente involucrada en ayudarme a remontar esto.

Por suerte Motorland y Cheste han sido carreras más normales. Con sus problemillas lógicos de haber reensamblado la R1 casi desde cero, pero dentro de cierta normalidad y sobre todo, con mucha más experiencia. Al final todo podría resumirse en que los resultados han llegado por mantener intacta la ilusión por competir, por seguir disfrutando encima de la moto y por no ceder ante ninguna de las adversidades que han surgido. La actitud ha sido mi pilar más fuerte.

/dani-fernandez-5645654.jpgFoto: IPV Photo

TC: En el Manchego (que comparte varias fechas con el CIV) marchas primero en la Copa Extreme a falta de dos carreras, con sólo cuatro puntos sobre Antonio Valera. ¿Cómo afrontas las dos últimas citas del año?

Rey29: La idea es seguir como hasta ahora, yendo a cada carrera con la ilusión de subir al primer cajón del podio, de hacerlo lo mejor posible y de disfrutar al máximo. Lo mejor de todo es que he aprendido de los errores y ahora tengo mucho más control de dónde está la línea de “divertirse” y dónde se sobrepasa la de “te la estás jugando sin necesidad”. Ganar la Copa Manchega ahora sí es objetivo porque al final, es la recompensa al trabajo y al esfuerzo de todas las carreras que realmente perdura y no lo digo a nivel personal, sino a nivel de toda la gente que hay detrás ilusionada y apoyando, que son mi mayor motor para ponerle cabeza a las carreras y pelear por obtener la mayor recompensa posible que es ganar el campeonato en sí… y más después de remontar el horrible inicio que tuvimos!! 

TC: Aunque el cálculo siempre es complicado, es interesante conocer el coste que supone pasar de 'tandero' a piloto. En un fin de semana de carreras en el CIV o el Manchego, ¿cuánto te dejas entre neumáticos, desplazamiento, inscripción, etc.? ¿Todo el gasto sale de tu bolsillo?

Rey29: Aunque hay empresas como Todo En Belleza, BlueMed o Winkers que me ayudan económicamente y aportan una cantidad muy útil para seguir el campeonato, la mayor parte del gasto lo afronto yo y puedo asegurar que se hace muy cuesta arriba, incluso yendo de forma muy humilde (neumáticos usados para libres y muchos cronos, sin mecánicos, con lo justo y necesario). En gomas se van 800 euros por fin de semana y si no me quedan ruedas usadas por gastar, algo más, unos 1050€. Si hay que sumar tandas del viernes, alojamiento, desplazamientos, gasolina, inscripción… supera sin problema los 1500€ por carrera. Ya no tengamos en cuenta las caídas, que son cosas que al final van implícitas. 

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TC: Tu éxito como piloto también se lo debes, en parte, a tu entorno más cercano y a todas las empresas que colaboran contigo como Hospitality Motobox y Bob Exhaust Racing. ¿Cómo ha influido la ayuda de estas personas y colaboradores  en tu exitoso debut como piloto?

Rey29: Sin ninguna duda han sido apoyos enormes y vitales en todo esto. Hospitality, Bob Exhaust, Fiorelli, mi amigos de Motos Sosa, han sido colaboraciones que sobre todo me han ayudado a salir de los baches que nos hemos encontrado, a tiempo para la siguiente carrera, bien sea arreglando la moto, reconstruyéndome los carenados, sirviéndome piezas… 

De Hospitality, qué decir. No solo ha sido quien ha estado ahí para preparar la moto, solucionar problemas, cambiar settings o arreglar la moto en tiempo récord tras una caída. Ha sido sobre todo mi más importante consejero en las carreras, en quien confío a ciegas. Al final es importante tener a alguien con experiencia cerca y más si es alguien con quien te junta una amistad y no sólo un acuerdo colaborativo. 

Mención especial a mi hermana, que es mi “mecánica”, quien me ayuda a cambiar ruedas, quien quita y pone los calentadores, me ayuda a mirar presiones y me acompaña a la parrilla, además de hacer toda la labor de “team manager”, buscar patrocinadores, ir a por las hojas de tiempos, enseñarme la pizarra en el muro. Uno de mis mayores orgullos de este año, es no echar de menos el tener un mecánico que me haga todo en la moto. Ha sido sin duda la persona más importante para mí este año de carreras. 

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Foto: PixmotoRR

TC: Por último, la temporada 2017 ya encara su recta final. ¿Qué planes tienes para 2018? ¿Te has planteado saltar a algún campeonato de índole nacional como el RFME CEV?

Rey29: Para seguir con la transparencia de toda la entrevista, seré franco: El RFME CEV es un bonito sueño, pero a día de hoy no un objetivo real. Económicamente es inviable. 

Para ser sinceros, económicamente a día de hoy es inviable incluso hacer un territorial o un CIV completo el año que viene. El esfuerzo y gasto de correr este año sin prácticamente apoyos ha sido enorme y es una línea que no puedo mantener. Mi sueldo de todo el año se ha ido en las carreras y las caídas. 

Así que el objetivo real para 2018 es buscar patrocinios que nos faciliten poder hacer el año que viene el CIV en categoría OPEN con el objetivo de dar unos pasos más adelante, aprovechando el enorme margen de mejora que hemos visto este año que tenemos, y luchar por los primeros puestos.  Y si no, volveremos a las tandas, a Nürburgring, e igual alguna carrera suelta. 

Tags: Dani Fernández, Nurburgring, yamaha r1, civ.


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