 Por John Fernández @fdezgp | Google + |
La temporada 2017 de MotoGP no ha sido una de las campañas que Héctor Barberá recordará como dulces en sus ocho años en la categoría reina. A falta de cinco carreras para el cierre de la temporada, Barberá marcha 21º en la clasificación general de MotoGP con 23 puntos -el año pasado acabó 10º-, 16 puntos por detrás de su compañero de equipo Loris Baz. Muy lejos de los objetivos que Héctor se había planteado a principios de temporada.
La estructura de Raúl Romero, el Avintia Racing, no planea seguir con ninguno de sus dos pilotos; Tito Rabat ya ha sido confirmado de cara a 2018, y se intuye cercano el fichaje del piloto belga de Moto2, Xavier Simeón, lo que dejaría a Barberá libre para su regreso a la categoría intermedia.
El de Dos Aguas, que cumplirá 31 años el próximo mes de noviembre, desveló en Misano cuál será futuro: “El año que viene volveré a Moto2”, anunció el valenciano en una entrevista al portal Autosport. Aunque el piloto de Dos Aguas nunca se ha subido a una Moto2, acumula cinco temporadas de experiencia en la ya extinta categoría de 250 cc, donde rozó el título en 2009, su último año antes de saltar a MotoGP. “Ahora quiero ganar, y Moto2 es más fácil porque todas las motos son similares y el piloto es el que marca la diferencia”, dijo sobre su posible regreso a la categoría intermedia, donde parece tener una oferta de Sito Pons para subirse a la moto de Edgar.
La mayor parte de su recorrido en MotoGP ha sido a lomos de la Ducati; su mejor posición se tradujo en un 4º puesto en Malasia durante el año pasado. La Ducati de este año, la GP16, “es una moto muy difícil” en su opinión, y añade: “Después de siete años en MotoGP es muy difícil mantenerse al frente”.
El año pasado también llegó a tener la oportunidad de correr con la Ducati de fábrica de Andrea Iannone cuando el italiano se lesionó. Durante dos fines de semana -Motegi y Phillip Island- pilotó la GP16 de fábrica, con la que acabó por los suelos ambos domingos de carrera: “Cuando probé esta moto el año pasado en Motegi y Australia, en ambas carreras me estrellé. No tenía buena sensación”, afirmó sobre la que sería su moto la presente temporada.
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“Este año he tenido muchos problemas con esta moto”, dice sobre la Ducati GP16. “Cuando freno fuerte, tengo mucha vibración, es imposible empujar. Después de 10 o 12 carreras es imposible empujar, he tenido este problema todo el año”, confiesa.
Su compañero de equipo, Loris Baz, también parece estar más fuera que dentro del Avintia Racing. El francés buscará volver a Superbikes, aunque de momento no ha dado pistas sobre el equipo: “Siempre me sentí muy bien en Superbike, hice grandes resultados allí, me fui de allí hace unos años para venir aquí. Sería lo mejor si no puedo quedarme aquí”, sentenció.
