 Redacción @todocircuitoweb | Google+ |
La mala suerte persigue a Andrea Iannone. Con sólo 33 puntos en su casillero, el piloto de Suzuki está completando su peor temporada desde que debutó en MotoGP en el año 2013 con una moto, la GSX-RR, que el año pasado fue capaz de ganar carreras y de pisar el podio con Maverick Viñales a sus mandos.
La falta de adaptación de Iannone a la moto de Hamamatsu es total. A falta de cinco carreras, el piloto de Vasto sólo cuenta con seis puntos de ventaja sobre su comapañero de equipo, Alex Rins, un rookie que además este año se ha perdido cinco carreras por lesión.
En Misano, frente a su afición, Iannone confiaba en lograr un buen resultado para mejorar el ánimo dentro del box del Team ECSTAR Suzuki, además de recuperar parte de la confianza perdida desde que abandonó el equipo Ducati. Sin embargo, en esta ocasión, un problema con el traje de agua le impidió poder acabar la carrera, viéndose obligado a tomar el camino de boxes en la parte final de la prueba por una falta de sensibilidad total en las manos. De hecho, sus mecánicos le tuvieron que quitar el traje de agua con tijeras tras abandonar.
"Cerca del final, a pesar de que hice un gran esfuerzo, no era capaz de tirar de la palanca de freno porque no tenía sensibilidad, así que tuve que parar", explicó el #29 en rueda de prensa. "Lo siento de verdad por Suzuki y por todos los que han trabajado tan duro conmigo este fin de semana. El traje de agua estaba demasiado apretado y me bloqueaba la circulación de la sangre, hinchándome los brazos y haciéndome perder sensibilidad; en la curva cuatro me fui recto dos veces por este motivo, así que al final decidí parar".
Iannone estaba convencido de que podría haber conseguido un buen resultado en Misano gracias a la lluvia, sobre todo después de comprobar su falta de ritmo en seco durante los libres y el qualifying -arrancó 21º, por detrás de Rins-. "Por la mañana el warm-up fue muy positivo, y la confianza en la moto era buena", cuenta Andrea. "El equipo me había conseguido una moto lo suficientemente rápida, estaba muy confiado. Es una pena no haber aprovechado esta oportunidad, ya que teníamos muchos problemas en seco, pero por desgracia desde la tercera vuelta el brazo derecho se empezó a hinchar y a bloquearse, lo que me impedía frenar y acelerar bien".
Con cinco carreras por delante, parece difícil que Iannone pueda revertir esta situación con Suzuki en lo que resta de temporada. Por este motivo, el italiano ya trabaja pensando en 2018, de ahí que tanto él como Rins se hayan quedado hoy en Misano para probar material nuevo: "Durante el fin de semana hemos probado el nuevo chasis que todavía tenemos que confirmar, y con el que tengo unas sensaciones ligeramente mejores. Definitivamente si vamos paso a paso iremos en la dirección correcta, y ahora tenemos que desarrollar y probar más material".
