 Redacción @todocircuitoweb | Google+ |
Sufrir el robo de tu moto es una de las peores experiencias que puede sufrir cualquier motorista, pero si además lo hacen delante de tus narices sin que tú puedas hacer nada, la experiencia es doblemente dolorosa. Precisamente ésta es la situación que sufrió Simon Donaghy el pasado 20 de julio cuando tuvo que contemplar desde su ventana cómo se llevaban su Ducati 899 Panigale sin poder evitarlo.
Desde que este británico se compró su preciada Ducati, la moto ha dormido siempre en la calle, anclada a una farola frente a su domcilio de Tooting Broadway, un barrio ubicado al suroeste de Londres. Además de cadena cimentada que ataba la rueda trasera a la farola, la Panigale estaba protegida por dos candados de disco, una alarma y un dispositivo de rastreo GPS.
Hace cuatro días, Simon Donaghy se despertó pasadas las 23:45 de la noche alertado por el ruido de varios scooters. "Ha venido gente a robarme esta moto cada tres meses, 12 ó 15 veces en total, pero en el pasado la policía ha llegado antes de que rompieran los candados", explica este británico a Visordown.com. "Esta vez eran muchos, seis o siete. Tengo el sueño ligero, y justo me acababa de dormir cuando escuché varios scooters y entonces la alarma saltó y empezaron a dar golpes en mi puerta, intentando entrar".
La agresividad de los ladrones y las armas que portaban en sus manos (martillos, una radial portatil, cuchillos...) obligaron a Simon a permanecer a refugio en el interior de su vivienda mientras alertaba a la policía, que llegó dos minutos después de que los ladrones lograsen su objetivo: "Me estaban tentando para salir, enseñándome un cuchillo, y cuando les grité me tiraron un cono de tráfico a mi ventana del dormitorio. Les llevó 10 minutos robarme la moto y la policía tardó 12 minutos en llegar. Cortaron los discos y así quitaron los candados".
El dispositivo GPS que ocultaba la moto tampoco sirvió de mucho, ya que los ladrones lo encontraron a los pocos minutos del robo y lo dejaron tirado en una calle cercana. Simon reconoce que "fue una situación que asusta. A ellos no les importa que tú estés allí. Son muy violentos y agresivos, así que no vas a salir a por ellos. Y saben que si la policía llega se pueden escapar porque van en scooter".
Aquí tienes el vídeo que Simon pudo grabar desde su ventana:
