 Por Alfonso Somoza @sukosomoza | Google + |
El máximo responsable de KTM, Stefan Pierer, anunció ayer una noticia sorprendente durante la presentación de sus equipos de MotoGP, Moto2 y Moto3 para la temporada 2017. A pesar de que la marca austriaca debutará este año en la categoría reina del mundial, Pierer no descartó la posibilidad de ofrecer motos satélite a partir de 2018, es decir, en su segunda temporada en MotoGP, algo impensable para otras fábricas como Aprilia o Suzuki, que todavía no saben cuándo estarán en disposición de poner más motos en parrilla.
De acuerdo a las declaraciones realizadas ayer por Pierer, "KTM firmó un contrato con Dorna por cinco años y también hemos llegado a un acuerdo para ofrecer motos y material a equipos privados a partir del segundo año, pero de momento la prioridad es ser competitivos con el equipo de fábrica. Este primer año será de aprendizaje", apuntó el austriaco.
Las declaraciones de Pierer pueden resultar demasiado atrevidas si nos fijamos en la situación de fábricas como Suzuki o Aprilia. En el caso de los japoneses, han necesitado dos años para conseguir que su GSX-RR sea lo suficientemente competitiva como para pisar el podio y ganar una carrera (Maverick Viñales, Gran Bretaña 2016), un esfuerzo titánico que ha impedido a la fábrica de Hamamatsu poder diversificar sus esfuerzos para ofrecer más motos y material a otros equipos.
El propio Davide Brivio, team manager del Team ECSTAR Suzuki, reconocía a finales del año pasado que Suzuki necesita "más gente y más personal" para poder pensar en un equipo satélite, dejando sobre la mesa la posibilidad de que, en 2018, Suzuki ponga en parrilla su primera moto privada "si es posible". "Es uno de nuestros objetivos, pero ahora no puedo decir cuándo estaremos disponibles para alcanzar ese objetivo", decía Brivio hace sólo dos meses.
En el caso de Aprilia, que también regresó a MotoGP de forma oficial en 2015 -apoyada en el equipo de Fausto Gresini-, las posibilidades de expandir su presencia en la parrilla son todavía más remotas. En Noale ni se plantean ahora mismo suministrar motos a terceros, al menos hasta que su RS-GP sea lo suficientemente competitiva como para poder luchar con los pilotos y fábricas punteras.
