Características del Circuito de Calafat
El Circuito de Calafat es muy conocido entre los aficionados por tratarse de un trazado exigente. A pesar de no contar con una longitud elevada y disponer de unas instalaciones algo justas, su peculiar configuración hace que te enganches a él después de rodar por primera vez. En lo que se refiere al circuito, a mediados de 2008 sufrió una remodelación importante que ha mejorado notablemente la seguridad en todo el trazado.Para empezar, las escapatorias se han llenado de gravilla y se han limpiado de piedras y maleza. Éste problema siempre ha sido muy criticado por los aficionados que han rodado en Calafat, ya que siempre presentaba un aspecto verdaderamente desvencijado. Su asfalto también es nuevo, y se han cambiado los pianos por unos planos que, ahora, sí pueden pisarse sin miedo. Antes eran más parecidos a un bordillo, y era un peligro subirse a ellos.
Las instalaciones siguen siendo las mismas. Hay 24 boxes cerrados con lo más básico (agua y luz) en los que se puede trabajar con dos o tres motos sin demasiado problema. También existe una pequeña torre de control, unas oficinas, un bar y un edificio de lavabos situado muy cerca de una curva que ha adoptado este mismo nombre (Curva de los lavabos). En el plano que te adjuntamos puedes hacerte una idea sobre cómo está repartido todo por el circuito.
Calafat siempre se ha caracterizado por ser un trazado relativamente barato en el que poder rodar todo el día. Después de las modificaciones que ha sufrido, el precio del alquiler se ha encarecido, y ahora suele salir por unos 170 euros un día completo con seguro incluido. A pesar de este incremento, sigue siendo más barato que Montmeló, aunque ha perdido su ventaja respecto a Alcarrás, que ahora es más barato que Calafat.
Una vuelta al Circuito de Calafat
Ahora que ya tienes una idea en la cabeza de cómo es el circuito, es el momento de subirnos a la moto y dar una vuelta completa desentrañando todos sus secretos. Antes de empezar, conviene escuchar del forero de Todocircuito Dr. Relliscada, que nos explicaba así la situación actual de la pista, después de los cambios:"El nuevo asfalto es muy negro y brillante, y han cambiado los baches de sitio, quitando los antiguos y poniendo unos nuevos. Los famosos botes de la Curva de Lavabos han desaparecido, y frenar allí es todo un placer, pero ahora el interior de Parabólica está ondulado y hay que hacerla más redonda y por fuera.
También ha desaparecido la costura de entrada en recta de meta y final de recta de meta antes de la Curva de Escuela. Hay baches también en el interior de la primera 'S' grande de derechas, hay que retrasar la frenada y hacerla 'en pico', si no botas todo el rato.
Sólo queda un piano de los viejos en la segunda 'S' grande. Las 'Eses' pequeñas han quedado muy bien, y se pueden hacer casi rectas pisando los nuevos pianos, ahora pintados de verde y azul. Los taludes laterales quitan bastante el aire, que sólo se nota en Escuela y Parabólica".
SECCIÓN 1
Encaramos la recta principal del Circuito de Calafat empalmando marchas como un loco. La primera curva (1) es para 'valientes', ya que es rapidísima (unos 150 km/h) y encima ciega. Para más inri, la escapatoria que tiene es muy corta, así que, por tu bien y el de tu moto, procura no salirte. Nos pegamos a la parte derecha de la pista, bajamos una marcha (lo más seguro es que llegues en quinta), acariciamos el freno y nos tiramos con decisión a la parte interna de la curva, procurando salir lo menos abierto posible. Lo mejor es retrasar un poco al entrada, tirarse tarde y plegar mucho la moto. Nada más salir de curva 1, pasamos un cambio de rasante con una pendiente del 8% hacia abajo que nos pillará en plena frenada de la curva 2. Baja dos marchas (hasta 2ª), tira el ancla con los frenos (ojo, posibles rebotes) y traza la curva lo más rápido posible aprovechando el peralte que tiene. Aquí el asfalto agarra bien, así que aprovecha y abre gas a fondo pronto.
La propia inercia de la moto te hará que te abrás a la izquierda, así que tendrás que luchar con todo tu cuerpo para poder meterla en la curva 3, que se hace a fondo sin cortar gas, a unos 150 km/h. Aquí vuelves a subir la cuesta que has bajado unos metros atrás, así que es una curva ciega, pero trázala tranquilo que tienes mucha pista.
Ahora toca enfrentarnos a la curva 4, conocida como la curva de los lavabos. Como verás en el vídeo, es una horquilla que se traza frenando hasta dentro, es decir, es mejor retrasar la frenada, abrirse un poco en la mitad de la curva, cerrarse de nuevo y salir dando gas hasta el extremo derecho de la pista. Ojo en la frenada porque es una parte del circuito bastante bacheada, aunque parece ser que el último reasfaltado ha solucionado en parte este problema. El piano de salida es algo corto, así que es posible que pises algo de tierra si vas muy largo.
