Noyes Camp: mucho m�s que un curso de dirt track

 

En este reportaje voy a contarte, a modo de crónica, cómo fueron mis dos días practicando una modalidad totalmente desconocida para mí y que en España cada vez va teniendo un mayor número de adeptos.

Los preparativos
 

Es lunes 1 de abril, primera hora de la mañana, y estoy en la oficina con un buen chute de cafeína en las venas para dar comienzo a un largo día de trabajo. Compruebo mi bandeja de correo y veo que tengo un nuevo email de parte del Noyes Camp con la palabra "invitación" en el título. Rápidamente lo abro y me llevo una agradable sorpresa: el bueno de Kenny Noyes quiere que vaya a conocer su circuito de dirt track durante un fin de semana completo. ¡Yeeeeeeeeah!, que diría su padre, el grandísimo Dennis Noyes.

 

En ese momento me doy cuenta de que no tengo absolutamente nada de equipación off-road. Miento, tengo unas gafas Scott regalo de la propia marca, nada más. Por suerte, Kenny me aclara que en sus cursos él lo pone todo: moto, equipación completa, comidas en el circuito, vídeos, fotos... vamos, que sólo tengo que llevar mi cuerpo serrano hasta Alcañiz.

 
   
 

De hecho no tuve ni que preocuparme del alojamiento, porque la invitación también incluía dos noches de hotel con desayuno más una comida y una cena en grupo. Ésta opción también la tienes disponible en el caso de que te decidas a hacer un curso en el Noyes Camp, y yo lo recomiendo porque te ahorras un dinero importante y además ellos te gestionan todo. Más fácil imposible.

 

Una vez pasado el subidón de irme a hacer dirt track con un figura como Kenny Noyes -campeón nacional de esta modalidad en EEUU categoría 450- me acordé de algo en lo que hasta ahora no me había parado a pensar: no tengo experiencia en el mundo off-road. Bueno, no te voy a negar que alguna vez le he robado la moto de cross a algún amiguete para hacer el cabra, pero hasta ahí se limitan mis peripecias sobre ruedas de tacos. Desde luego iba a ser un fin de semana interesante...

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