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Dicen que si algo funciona realmente bien, no conviene tocarlo. Esa es la máxima que Yamaha parece haber seguido a la hora de renovar casi por completo su MT-07 2018, la moto no scooter más vendida en España durante el pasado año y una de las nakeds de mayor de éxito en toda Europa. Un dato: una de cada tres nakeds de media cilindrada vendidas en suelo europeo a lo largo de 2017 llevaba el logo de la Yamaha MT-07, una cifra que ya deja ver el peso que tiene este modelo dentro del volumen de ventas de Europa no sólo en nuestro continente, también en el resto del mundo.
Por este motivo, cuando en Iwata se plantearon cómo mejorar un modelo de tanto éxito, siguieron una regla básica: mantener el estilo juvenil y la accesibilidad tanto económica como ergonómica de la que siempre ha gozado la MT-07 desde su llegada al mercado en el año 2013.
¿Qué se podía mejorar respecto a la MT-07 anterior? La respuesta se la dieron a Yamaha los propietarios de este modelo a través de una encuesta mundial que la marca japonesa lanzó hace ahora más de un año. Los puntos estaban claros: por un lado, las suspensiones, demasiado blandas para un modelo que invita a disfrutar de cualquier carretera plagada de curvas; y por otro lado, su ergonomía, excelente para tallas bajas y medias, pero demasiado incómoda para gente de mayor altura, que no terminaba de encontrarse a gusto en esta MT-07.
Con este objetivo en mente, Yamaha se puso manos a la obra. En primer lugar, endureció la horquilla de la MT-07 anterior, metiéndole un 16% más de fuerza de rebote a los muelles además de incrementar su rigidez un 6%. El modelo es el mismo, una KYB sin ningún tipo de regulación y un diámetro de 41 mm, pero su funcionamiento ahora es notablemente más firme, especialmente cuando forzamos el ritmo.
Durante los 220 kilómetros de ruta que Yamaha organizó por las carreteras de Málaga para su presentación internacional, pudimos comprar el trabajo realizado por los ingenieros de Iwata en la horquilla de la MT-07 2018. Más firmeza y cambios de dirección mucho más precisos son el resultado de estos cambios introducidos en la horquilla, un comportamiento deportivo que ha subido un peldaño gracias, también, a la revisión que ha sufrido su amortiguador trasero, también firmado por KYB.
Esta nueva unidad de amortiguador dispuesto casi en horizontal cuenta ahora con ajuste de rebote y una mayor accesibilidad al ajuste de la precarga del muelle, también más rígido (un 11% más) y con una mayor capacidad de rebote (+27%) y compresión (+40%) a alta velocidad. Estas mejoras se traducen en un comportamiento dinámico mucho más firme, incluso a la hora de solventar las pequeñas derrapadas que nos regaló el neumático trasero durante la primera hora de ruta (mes de febrero, frío y zonas de sombra no son una buena combinación en moto).
Desde luego, en este apartado le damos un sobresaliente a la nueva MT-07 2018, capaz de hilar curvas con más precisión que la versión anterior, donde los movimientos en curva (especialmente acelerando desde segunda y tercera) eran más evidentes.
Otro de los cambios que pudimos comprobar durante la presentación internacional de esta MT-07 2018 es su nueva ergonomía. El piloto dispone ahora de 10 mm extra de espacio gracias a la nueva posición del depósito, disfrutando además de un asiento que ha sido totalmente revisado, con mucha más superficie en su parte delantera, conservando un mullido para mi gusto demasiado duro. El asiento del pasajero prácticamente no cambia de forma, aunque sí se adelanta para meterse ligeramente en la 'rabadilla' del piloto, creando un tope que se agradece en conducción deportiva.
Los motoristas más altos darán la bienvenida al nuevo asiento opcional que Yamaha ofrecerá en su MT-07 2018 que permite elevar la posición de conducción en 28 mm, dejando atrás esa limitación para tallas grandes que tanto se le criticó a la generación de anterior de la MT-07. Por si necesitas una referencia, con mi 1'78 llegaba con ambos pies al suelo, tocando con toda la planta; esto quiere decir que la MT-07 2018 sigue siendo accesible para motoristas de 1'65 para arriba (su asiento se mantiene a 805 mm del suelo).
Siguiendo con más novedades que encontramos en esta segunda generación de la MT-07, no quiero dejar pasar por alto el trabajo que la fábrica japonesa ha llevado a cabo en su depósito. Conservando sus 14 litros de capacidad -quizás habría sido el momento de darle 1 ó 2 litros extra-, el depósito de la MT-07 2018 es ahora más musculoso, con unas dimensiones externas algo más grandes y dos agresivas tomas de aire laterales que recuerdan a las de sus hermanas mayores, las MT-09 y MT-10. Sobre la moto, el depósito se siente ligero, con espacio de sobra para mover las piernas y apoyarlas en caso de aumentar el ritmo entre curva y curva.
A nivel estético, la MT-07 2018 no supone una revolución respecto a la primera generación. Lejos de la agresividad que muestran las MT-10 y MT-09, la versión de 690 cc opta por conservar un look más juvenil, manteniendo su único faro halógeno delantero, ahora algo más afilado y flanqueado por sus nuevas luces diurnas.
Encima del faro, instalado sobre el manillar, encontramos el mismo display LCD con retroiluminación LED de la generación anterior. Su visión es buena, y a pesar de sus reducidas dimensiones muestra casi toda la información de forma clara, a excepción del régimen de giro del motor, difícil de ver de un sólo vistazo. Las opciones que podemos consultar son las habituales: temperatura exterior, del motor, consumo medio e instantáneo, trips y odómetro.
Siguiendo con el apartado lumínico de la MT-07 2018, quiero destacar el nuevo faro trasero en forma de V con tecnología LED, un diseño inspirado en el de sus hermanas mayores de la saga MT.
En lo que respecta a su motor, no hay cambios. Nos encontramos ante el exitoso bicilíndrico en línea CP2 con configuración de cigüeñal crossplane -calado a 270º- y una cilindrada final de 689 cc. Sus 74,8 cv de potencia son altamante dosificables, y no necesitan de ningún control de tracción para poder abrir con ganas desde segunda o tercera marcha en carreteras reviradas. Destacar el buen compromiso que Yamaha ha conseguido con la tercera marcha de esta MT-07, capaz de sacarnos de curvas muy lentas de 30-40 km/h sin prácticamente ningún traqueteo, estirando hasta más allá de la velocidad legal antes de tener que subir a cuarta. Eso sí, ojo en las reduccciones brucas, ya que sigue sin contar con embrague antirebote.
En conducción deportiva, el bramido ronco del motor CP2 -motivado por el calado del cigüeñal crossplane- acompañado de su capacidad de estirada por encima de las 8.000 rpms. nos harán creer que estamos ante un motor tricilíndrico... cuando realmente seguimos teniendo dos cilindros en línea entre las piernas. En cuarta, la moto sigue empujando con ganas, y será en quinta y sexta cuando nos daremos cuenta de que los 75 cv de la MT-07 no dan para más, y sólo en este punto echaremos de menos esa potencia extra con la que cuenta la MT-09. Por cierto, existe un kit de limitación a 35 Kw para los poseedores del carnet A2, uno de los perfiles de motoristas más atraídos por la MT-07 (un 30% de sus usuarios son novatos según Yamaha).
Respecto a su consumo, en nuestra prueba en carretera se quedó en 5,5 litros según el ordenador de abordo. La media es alta, sí, pero hay que tener en cuenta que casi todo nuestro recorrido fueron carreteras de montaña con muchas aceleraciones desde 2ª y 3ª; con un uso más racional y mixto, sería fácil dejarlo en unos 5 litros de combustible cada 100 kilómetros.
Los últimos cambios de la MT-07 2018 los encontramos en su chasis de tubos de acero, ligeramente modificado para mejorar su comportamiento deportivo. El peso de todo el conjunto es más o menos el mismo respecto a la primera generación: 182 kilos con todos los líquidos, una cifra que, unida a su ergonomía mejorada, convierten a esta MT-07 2018 en una 'bicicleta' a la hora de circular por ciudad o disfrutar de ese tramo de curvas que tan bien te conoces.
En definitiva, y aunque algunos fans de la marca esperaban un cambio más radical en esta segunda generación de la MT-07, en Yamaha han preferido ser conservadores y mantener casi intacta su fórmula de éxito, puliendo únicamente aquellos detalles que no terminaron de convencer a los propietarios de la MT-07 anterior. Y desde luego, han dado en el clavo.
Los futuros propietarios de la nueva MT-07 2018 podrán encargar su moto a partir del mes de marzo en cualquier concesionario oficial Yamaha. Su precio no varía, 6.799 euros, y los colores disponibles serán tres: Night Fluo (negro con detalles amarillos), Yamaha Blue (negro con detalles azules) y Tech Black (negro).
Ficha técnica Yamaha MT-07 2018
Motor
Tipo de motor - 2 cilindros, 4 tiempos, refrigerado por líquido, DOHC, 4 válvulas
Cilindrada - 689 cm³
Diámetro x carrera - 80,0 mm x 68,6 mm
Relación de compresión - 11,5 : 1
Potencia máxima - 55,0 kW (74,8PS) @ 9.000 rpm
Versión de potencia limitada - 35,0 kW
Par máximo - 68,0 Nm (6,9 kg-m) @ 6.500 rpm
Sistema de lubricación - Cárter húmedo
Tipo de embrague - Húmedo, Multidisco
Carburador - Inyección de combustible
Sistema de encendido - TCI
Sistema de arranque - Eléctrico
Sistema de transmisión - Toma constante, 6 velocidades
Transmisión final - Cadena
Consumo homologado - 4,3 l/100km
CO2 emission - 100 g/km
Chasis y parte ciclo
Chasis - Diamante
Recorrido delantero - 130 mm
Ángulo de avance del pivote - 24º 50
Avance del pivote - 90 mm
Sistema de suspensión delantera - Horquillas telescópicas
Sistema de suspensión trasera - Brazo oscilante, (Suspensión tipo eslabón)
Recorrido trasero - 130 mm
Freno delantero - Doble disco hidráulico, Ø 282 mm
Freno trasero - Disco hidráulico único, Ø 245 mm
Neumático delantero - 120/70 ZR 17M/C(58W) (Tubeless)
Neumático trasero - 180/55 ZR 17M/C(73W) (Tubeless)
Dimensiones
Longitud total - 2.085 mm
Anchura total - 745 mm
Altura total - 1.090 mm
Altura del asiento - 805 mm
Distancia entre ejes - 1.400 mm
Distancia mínima al suelo - 140 mm
Peso (incluidos depósito de aceite y depósito de combustible llenos) - 182 kg
Capacidad del depósito de combustible - 14 l
Capacidad del depósito de aceite - 3,0 l