 Por Borja Arias@borjarias | Google+ |
Tras más de 15 años liderando el segmento de los maxiscooter deportivos, el TMAX se renueva por completo en su cuarta generación, ofreciendo al usuario una mejora sustancial de equipamiento, calidad de acabados y rendimiento.
Igualmente podremos elegir entre tres versiones disponibles, diferenciándose entre ellas tan solo en su nivel de equipamiento. De esta forma se puede acceder a la familia TMAX desde 12.299 € en la versión standar, la cual ya incluye un control de tracción desconectable, llave electrónica con inmovilizador, iluminación full-LED, un display con pantalla TFT y caballete con sistema de bloqueo.
A continuación te contamos en detalle todas sus caracteristicas técnicas, comportamiento dinámico, y al final del vídeo reportaje, nuestras impresiones sobre el nuevo Yamaha TMAX.
La siguiente versión disponible es la versión SX, modelo que estamos probando, y que eleva su precio a 13.199 € gracias a la incorporación del doble modo de conducción y conectividad a nuestro smartphone mediante una aplicación propia denominada 'My TMAX'. Por último, los más inconformistas tienen a su disposición una versión 'full equip' por 14.199 denominada DX, la cual incorpora a su equipamiento puños y asiento calefactables, control de velocidad, pantalla con regulación eléctrica, y amortiguador regulable en su zaga.
Comenzando el análisis de esta versión SX por su mecánica, esta recibe pocos cambios respecto a su predecesora, como un nuevo escape más corto, al pasar el catalizador a los colectores, una nueva correa de transmisión, o su nuevo acelerador electrónico entre otros, todo ello con el fin de adaptarse a la normativa EURO 4 y mejorar sus prestaciones como así ocurre en su aceleración, ahora más directa y rápida. Con todo ello, seguimos hablando de un motor bicilíndrico en paralelo capaz de generar casi 46 CV de potencia a 6.750 rpm y un par motor de 53 Nm a 5.250 rpm.
Un cambio importante llega de su chasis, también de aluminio pero de nueva factura. Con él, se ha conseguido ahorrar en el conjunto final 9 kilos y habilitar más espacio en el hueco bajo el asiento, donde ahora se puede guardar un casco integral más otro de tipo jet. El basculante también recibe modificaciones, siendo ahora 4 cm más largo para mejorar la estabilidad en alta velocidad, mientras que la rueda trasera mengua a 4,5 pulgadas de ancho pero manteniendo las dimensiones del neumático.
Respecto a suspensiones y frenos, solo recibe actualización el amortiguador trasero, ofreciendo en conjunto al chasis una estabilidad perfecta y gran agilidad cuando estamos gestionando curvas en carreteras secundarias, y un gran confort en orden marcha circulando de modo racional. Los frenos siguen inalterados, dotando a la TMAX de una potente frenada, bien dosificada y con una actuación del ABS bien calibrada y poco intrusiva.
A nivel ergonómico el asiento ahora es un poco más ancho, mejorando el confort tanto para el piloto como para el copiloto, aunque por contra dificulta llegar al suelo con ambos pies dependiendo de tu estatura. En mi caso, midiendo 1,80 m, llego tan solo con las puntas de los pies. A su favor también nos topamos con una buena protección aerodinámica gracias a su pantalla regulable (en este caso de forma manual) y grandes dimensiones, protegiendo perfectamente del viento e inclemencias meteorológicas.
En cuanto a su apartado tecnológico y de equipamiento, el nuevo TMAX SX cuenta con un nuevo display que combina dos esferas analógicas para velocidad y revoluciones, y una pantalla TFT entre ambas donde visionar toda la información y navegar por la misma. En esta versión, se dispone de sendos modos de conducción, el modo Town, donde la potencia se reduce a casi 39 CV al igual que su entrega, y se muestra perfecto para un uso en ciudad o cuando está lloviendo. En el modo Sport contamos con toda la potencia, y aunque la entrega sigue siendo muy lineal y llena en todo el rango de revoluciones, la entrega es mucho más contundente, ideal para sacarle el máximo provecho en autopista o en carreteras reviradas. Además, como aspecto positivo, se puede cambiar de modo de conducción en marcha simplemente soltando el acelerador.
También debe destacarse su sistema de iluminación Full LED, mejorando visualmente de día nuestra presencia, e igualmente aumentando la visibilidad nocturna con un amplio e intenso haz de luz. De igual forma, su control de tracción con un solo nivel de intervención y con opción de desconectarse, destaca por su buen funcionamiento, siendo muy poco molesto cuanto le toca entrar en acción. Pero si hay algo que no me ha convencido del todo es su exceso de botones para controlar todas las funciones del TMAX, sobre todo en la piña izquierda donde se hace poco intuitivo su manejo.
En marcha, y haciendo muy pocos kilómetros, queda claro que el TMAX cuenta a sus espaldas con mucha experiencia y desarrollo, haciendo que actualmente sea el maxiscooter deportivo más equilibrado en su segmento. Ello se debe al sobresaliente comportamiento de su chasis, que demuestra mucha precisión, agilidad y finura, junto a un nivel de acabados y rendimiento mecánico sobresaliente.
Haciendo curvas se defiende con maestría, estando a la altura o por encima de alguna que otra moto, ya que cuando le exigimos el máximo nos encontramos con una moto realmente estable en el paso por curva a la par que ágil cambiando de dirección, gracias en gran medida a un centro de gravedad bajo y un buen reparto de pesos. A esto se le junta un mejorado y preciso acelerador electrónico que facilita una entrega de potencia constante y lineal en todo su rango de revoluciones, ofreciendo una sensación de un motor muy lleno y bien aprovechado.
En ciudad también se obtiene un maxiscooter muy completo, teniendo a su favor un consumo bajo que apenas llega a los 4,5 litros, un buen radio de giro para maniobrar, y elevado grado de confort tanto para el piloto como para el pasajero gracias a su nuevo asiento ahora más ancho. Por contra hay que tener en cuenta, que debido a ese extra de anchura y una altura del mismo de 800 mm, cuesta algo más llegar con ambos pies al suelo, y a la par, se echa en falta un mayor diámetro de espejo en los retrovisores para aumentar el campo de visión posterior.
Por último, en autopista, gozaremos de una protección aerodinámica y contra los elementos sobresaliente y sin apenas turbulencias, al igual que su nivel de confort tanto a nivel de asiento como de suspensiones, y un buen empuje mecánico tanto a la hora de efectuar recuperaciones como de alcanzar su velocidad máxima, la cual por cierto, puede superar los 180 km/h.
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