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Analizando la figura del coach (I): qué es y a qué se dedica

Publicado el 04/01/2017 en Motociclismo

Idalio Gavira junto a Pecco Bagnaia | Imagen: Mahindra

Por Cristian Ramón Marín
@Crms74 | Google+

En los últimos años se ha visibilizado el trabajo de una figura, la del coach o técnico de pista, cuyos primeros pasos en el mundial de motociclismo no están del todo claros. Los ejemplos más recientes llevan el nombre de Julito Simón, que actuará como coach de Tito Rabat la próxima temporada, y Casey Stoner, a quien los rumores situaban como asesor de Jorge Lorenzo para su nueva etapa como piloto oficial de Ducati. Pero… ¿Qué es un coach? ¿Es lo mismo que un técnico de pista? ¿Cuáles son su labores principales? ¿De qué forma puede ayudar a un piloto?

Para responder a estas y otras preguntas, hemos hablado con Gelete Nieto (coach de Avintia Racing), Nico Terol (Aspar Team) e Idalio Gavira (Sky VR46 Academy), así como con algunos técnicos que han preferido que sus declaraciones permanezcan en el anonimato.

¿Qué  es un coach y a qué se dedica?

En base a la información recopilada, podemos definir el coach como aquella persona de confianza de un piloto que trabaja para él tanto dentro pista, observando su rendimiento y el de sus rivales, como fuera de ella, aportándole tranquilidad y asesorándole en el plano técnico. No es la única definición posible, y las hay tantas como personas que investiguen esta figura, en alza en las carreras de motos.

El trabajo en pista

No es difícil ver a los técnicos de pista trabajando en una carrera del mundial. En Valencia 2016, sin ir más lejos, se podía ver a algunos de los fijos, como Wilco Zeelenberg (Jorge Lorenzo) o Idalio Gavira, y también a colaboradores como Nico Terol, que trabaja puntualmente con la estructura de Jorge Martínez Aspar. Por cierto, existe la posibilidad de que el campeón del mundo de 125cc en 2011 complete la temporada 2017 como coach de los pilotos de Moto3 de Aspar, desarrollando también un trabajo a pie de asfalto con Álvaro Bautista y Karel Abraham.

Idalio Gavira es, probablemente, el primer “coach” propiamente dicho. Tras retirarse como piloto, desarrolló el trabajo en pista para su hermano, y Esteban Martínez, técnico de aquel equipo, le fichó para Laglisse en 2013. Aquel año ganaron el mundial con Maverick Viñales, y de su buena relación con Pablo Nieto surgió la posibilidad de trabajar para la VR46 Riders Academy. En el seno de la escuela de talento de Valentino Rossi es, probablemente, donde nació el término “coach”.

Fue así: Una tarde, Gavira empezó a “meter caña” a sus pilotos en un grupo de Whatsapp en el que también está Valentino Rossi. En ese momento, Nicolò Bulega cambió el asunto a ‘Coach Gavira’, e inmediatamente Valentino escribió: “¿Cómo los has visto hoy, coach?”. A partir de ahí, se quedó con eso de coach y hasta le hicieron una gorra. Luca Cadalora, el asesor del propio ‘Vale’, también tiene una.

De acuerdo con Gavira, este es su plan de trabajo para un día cualquiera de Gran Premio: “Llego al circuito y antes del entreno voy a hablar con los pilotos, ya sea en su GP Room, o en el camión, y planteamos el entrenamiento o la carrera. Yo les digo lo que haría yo, cómo deberíamos enfrentarnos a ese día. Les doy ánimos y entonces salen a pista”.

En ese momento, el coach coge su scooter y empieza a observar desde los viales. Si algo le llama la atención, incluso puede tomar sus propios cronos para confirmar que, efectivamente, hay un fallo. Al piloto se le puede indicar si entra demasiado pronto a una curva y la moto sale sin revoluciones, o si entra demasiado tarde, o si la moto está corta o larga de desarrollo”, detalla. También se fija en si la moto llega al límite de RPM y no se está exprimiendo al máximo la potencia del motor, por ejemplo.

Gelete Nieto y Wilco Zeelenberg desarrollando su trabajo en los viales | Imagen: Avintia Racing

Gelete Nieto, técnico de pista de Avintia Racing, tiene esta rutina: “Antes de salir a pista hablo con Héctor [Barberá] y le pregunto dónde quiere que vaya en primer lugar. Si no me dice nada, empiezo por el final de recta y voy dando toda la vuelta”. “Mi labor consiste en ver desde las trazadas hasta la posición del piloto en la moto, pasando por los movimientos que hace la propia moto. El objetivo es analizar todo lo que yo pueda ver, tanto de Héctor como de sus rivales, evidentemente. De ellos también sacamos conclusiones positivas y negativas. Puedo comentarle a Héctor que cualquier piloto lo está haciendo mejor que él en un punto concreto”.

¿Por qué un coach?

Gelete Nieto insiste en que el coach aporta “un dato más” a todo el flujo de información del que dispone un equipo del mundial. “Tenemos tanta, tanta información y hay tanta, tanta igualdad, que un dato más, que provenga de la pista, consigue tranquilizar al piloto, asegura.

La clave es que “puede dejar de pensar en una curva para centrarse en otra en la que tiene más problemas”. Se trata, en definitiva, de humanizar un poco toda la información disponible: “Cuando yo no veo nada, se lo digo claramente al piloto, porque si no lo haces así, es muy fácil confundirle”.

Según Terol, la figura del coach es complementaria a la de los ingenieros: “Puede que un piloto esté subiéndose a un piano al que no debería subirse porque no está preparando la siguiente curva, o llegue muy tumbado al piano y se le mueva la moto. Hay detalles con los que puedes ayudar. A la hora de que el piloto tome una decisión con el técnico, como su ojo en pista, puedes ayudar a tomar la decisión correcta. Al técnico le puedes dar información. "En esta parte del circuito falta tracción, porque está teniendo muchos sustos, o el cambio se queda corto", ejemplifica.

Mucho más que un mero observador

Nico Terol ha ayudado al Team Aspar en dos Grandes Premios de 2016, pero el directivo valenciano le quiere en su escuadra para 2017. Su labor consistiría en “acompañar a los pilotos de Moto3 en pista y fuera de ella, transmitiéndoles toda la tranquilidad que debe tener un piloto”. “Yo lo he vivido desde dentro, y sé en qué momentos hay que transmitir tranquilidad a un piloto y cuándo se le puede apretar un poco”.

La labor de un coach se desarrolla en el plano técnico, pero también en el anímico y el deportivo. Abarca desde desayunar con ellos y llevarlos al circuito hasta hacer un calentamiento adecuado antes de cada entrenamiento.

La labor no acaba cuando el piloto se quita el mono. Terol, por ejemplo, tiene la costumbre de ver el entrenamiento en vídeo, para indicar a los pilotos “dónde pueden mejorar”. Gavira también tiene claro que es imprescindible “hacer vida” con los pilotos: “Es muy difícil que un piloto esté contento si no está primero. Y aún así, dice que la moto se le mueve [risas]. Se habla sobre la estrategia planteada en el día y la del día siguiente… Se le da un poco de carga”, reconoce.

Para considerar que un coach es realmente un coach, y no un mero técnico de pista, es imprescindible analizar la implicación. “Unos se involucrarán más que otros. Habrá técnicos de pista que sean más fríos y se involucren menos en el plano personal… Y claro, llamar coach a esa figura, a lo mejor no corresponde. El que va a pista, te tira de la oreja, no deja que te relajes en ciertos momentos y te hace relajarte cuando estás cargado, ese sí será un coach”, reflexiona Gavira. Del mismo modo que le ocurre a un piloto o a un ingeniero, el coach puede obsesionarse con su trabajo, tal y como confiesa Gelete Nieto con un ejemplo que resume a la perfección qué supone ser coach en el mundial: “Hoy he soñado con el cambio de marchas de la moto y no me podía dormir”. Y eso que estaba trabajando en el test de Jerez, no en pleno Gran Premio.

Tags: Mundial de Motociclismo, MotoGP, Coach, Slow Motion GP, Idalio Gavira, Gelete Nieto, Nico Terol.


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