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Hace seis meses que Michelin se convirtió en el único proveedor de neumáticos de la categoría reina del mundial y, desde entonces, la mayoría de opiniones sobre las gomas del fabricante francés han sido negativas. Si sus directores de comunicación y marketing no tenían claro lo que suponía enfrentarse a un reto como el de trabajar en MotoGP, lo más probable es que hayan perdido pelo y horas de sueño. Sí, la marca tiene más visibilidad que nunca, pero se está asociando constantemente a valores negativos.
La cuestión reside en que la mala opinión de un piloto no implica que el producto de Michelin sea de mala calidad. Hay que analizar los hechos en el contexto: el proyecto ha empezado desde cero, hay que contentar a cinco fábricas, con más de veinte pilotos con estilos totalmente distintos. Eso y que los pilotos expresan opiniones desfavorables cuando las cosas no funcionan como ellos esperaban. Si los equipos pretendían trabajar con las mismas configuraciones en neumáticos totalmente distintos, es normal que haya frustración en el ambiente.
Es destacable que, en líneas generales, tanto la afición y los medios de comunicación han olvidado los años en que las críticas a los Bridgestone fueron constantes, y nadie se llevaba las manos a la cabeza. El motociclismo es así, y ahí reside gran parte de su virtud como deporte. Los pilotos incluso critican lo que no les gusta de sus propias marcas. Bueno, alguna que otra vez.
Bridgestone disputó su primera carrera de MotoGP en Suzuka 2002 | Imagen: MotoGP.com
En 2009, Dennis Noyes publicó un artículo en el que explicaba el descontento de los pilotos de Honda con Bridgestone. El fabricante japonés solo llevaba a cada Gran Premio una carcasa y dos compuestos diferentes, a diferencia de otros proveedores de otros campeonatos, donde el abanico de opciones era mucho mayor. Ninguna de las opciones satisfacían a los pilotos de HRC y Paul Denning, entonces director del equipo Suzuki, recordó a todo el paddock que, en situaciones como aquella, “hay que saber olvidar y adaptarse”.
Tres años más tarde, durante la carrera en Assen, diversos pilotos sufrieron problemas con el neumático trasero. La temperatura del asfalto de la catedral era 20ºC más alta que en la temporada anterior y las quejas provocaron que el asunto llegara incluso a las oficinas de Bridgestone en Japón.
Según Noyes, “Bridgestone nunca quiso ser proveedor exclusivo de neumáticos para MotoGP”. Aún así, hizo de tripas corazón por eso de que la campaña de marketing sería irremplazable y gestionó de una forma particular su relación con los equipos. En ese famoso artículo, el periodista de origen norteamericano explicaba “la filosofía de Bridgestone”, en palabras de Hiroshi Yamada, manager de la división de motociclismo deportivo de esta fábrica: “Nosotros trabajaremos con todos los equipos de manera ecuánime ‘on a fair basis’ y ellos tienen que aprender a adaptar sus motos a los neumáticos que suministramos”.
Esta actitud contrasta con la de Michelin, que cambió su filosofía de trabajo y atendió las demandas de los pilotos para ofrecer un neumático delantero similar al de Bridgestone. Pero tal y como expresa Lucio, de MotorLu News, “quizá haya que ponerles una falta por haber tratado de contentar a los pilotos con el cambio del neumático delantero, ya que eso les lleva a confusión a la hora de pilotar”. Y la reflexión que viene después parece clara también, teniendo en cuenta que varios pilotos se cayeron por frenar como hacían con las antiguas gomas: “Si Michelin hubiese mantenido su postura y hubiese mantenido su filosofía de neumáticos, hubiese obligado a los pilotos a hacer un cambio mucho más radical en la conducción y así se hubiese evitado la situación de querer conducir un Michelin como un Bridgestone”.
Otra situación que demuestra la firmeza de Bridgestone se dio en el Gran Premio de Francia del año 2013. En Le Mans, Jorge Lorenzo tuvo problemas con su neumático trasero y, como era de esperar, se quejó. Pero el fabricante nipón envió a sus técnicos para revisar los neumáticos que había montado el mallorquín y comprobó que todo estaba bien. El problema, por tanto, era atribuible a la configuración de la moto, e incluso los ingenieros de Yamaha lo admitieron, de acuerdo con Shinji Aoki, jefe de desarrollo de la marca.
Al hablar de la dicotomía pilotos-neumáticos es imprescindible incluir un tercer factor determinante: Dorna. La empresa, lógicamente, vela por el aspecto de negocio que tiene el campeonato, y no conviene olvidar que lo que genera dinero es el espectáculo. Y sí, el espectáculo depende en gran medida de los neumáticos.
La intervención de los organizadores del mundial incluso cabreó a Casey Stoner, que en 2012 no dejó títere con cabeza. A mediados de año, Bridgestone introdujo un nuevo neumático delantero que, según Dorna, iba a mejorar “las sensaciones de los pilotos y el rendimiento del compuesto en la fase de calentamiento”. Sin embargo, el bicampeón australiano aseguró que la empresa que gestiona el campeonato estaba jugando “a ser Dios”. “Los neumáticos que tenían antes eran buenos, todo el mundo estaba satisfecho y, de repente, nos encontramos con unos neumáticos nuevos. No hay ninguna razón para cambiarlos, solo que estas gomas molestaban a Honda y por eso se han elegido”, sentenció.
Por muy demoledoras que puedan sonar estas palabras, el episodio más escalofriante en la historia de Bridgestone y el mundial de motociclismo es, probablemente, la explosión del neumático de Shinya Nakano en Mugello 2005. En esa carrera, según el diario El País, Makoto Tamada también denunció que uno de sus neumáticos era defectuoso. Y el problema, de acuerdo con fuentes de la marca, es que esos neumáticos resultaron ser demasiado blandos. Toda esta historia recuerda al asunto Michelin-Loris Baz y el cambio a un compuesto más duro en las últimas carreras, ¿verdad?
Parece claro que ser el director de comunicación de un proveedor de neumáticos oficial es un gran quebradero de cabeza. Y mientras ellos siguen batallando para que la imagen de su empresa no se vea perjudicada, es necesario retroceder y recordar las palabras de Paul Denning, ahora director del equipo Pata Yamaha en WSBK, a Dennis Noyes. Tienen siete años, pero mantienen la vigencia del primer día: “No sirve de nada añorar las gomas del año pasado”.
Algunos datos del paso de Bridgestone por MotoGP
· Primera Carrera en MotoGP: Gran Premio de Japón 2002 (Suzuka)
· Primera pole position de MotoGP: Gran Premio de Australia 2002 – Jeremy McWilliams, Equipo Proton KR
· Primer pódium MotoGP: Gran Premio Rio 2003 – Makoto Tamada (Pramac Honda)
· Primera victoria MotoGP: Gran Premio Rio 2004 – Makoto Tamada (Camel Honda)
· Primer título de MotoGP: 2007 – Casey Stoner (Ducati Marlboro)
· Segundo de MotoGP: 2008 – Valentino Rossi (Fiat Yamaha)
· Carrera Final MotoGP: Gran Premio de laComunidad Valenciana 2015
· 242 Grandes Premios; 159 victorias, 464 pódium, 157 pole positions, 9 títulos